¿Cómo será la escuela del futuro? Seguramente llena de tecnología, posiblemente sin libros y con unas herramientas que todavía cuesta imaginar. Sin embargo, más allá de los aparatos electrónicos, la escuela del futuro será aquélla que se ocupe del ser y no del saber, que ponga en el centro de atención al alumnado.
La Fundación Eduarda Justo celebró una nueva edición del Foro de la Educación, con la maestra y pedagoga, Mar Romera, que esbozó las líneas fundamentales de lo que debe ser el trabajo en la escuela. Y su visión, rompe en gran medida con lo que se está haciendo hasta ahora.
Foro de la Educación de la Fundación Eduarda Justo
Para Mar Romera, lo que realmente necesita la escuela son maestros que amen lo que hacen. Que sepan ceder el protagonismo al alumnado y que lo hagan sentirse protagonista de su propio proceso de aprendizaje.
Porque la clave de este modelo de escuela, explicó, es la unión de toda la comunidad educativa para trabajar por único objetivo: los estudiantes.
Escuela trascendente
Mar Romera explicó la importancia de la trascendencia de la escuela, es decir, de su capacidad para transformar el futuro, frente a las calificaciones y las notas, que en su opinión tienen parte de culpa de la decadencia del sistema educativo, obsesionado con los resultados numéricos de los estudiantes.
El Foro de la Educación de la Fundación Eduarda Justo sirvió para descubrir que otra forma de educar es posible. Una manera en la que las emociones entran en juego y se aprende a utilizarlas en el contexto adecuado.
Y también para poner de relieve realidades que están complicando la vida de los niños y las niñas, a pesar de que se hacen con toda la buena intención del mundo.
Los niños y niñas, explicó Mar Romera, están sobreprotegidos, sobrerregalados, sobreestimulados, acostumbrados a una recompensa inmediata y viven en un mundo muy rápido, que rompe con el proceso de maduración fisiológica.
Nativos digitales sin información
Y no se olvidó de los nativos digitales, esa generación que ha nacido rodeada de aparatos digitales y que los manejan con total naturalidad. Sin embargo, a pesar de que dominan la tecnología, no tienen la información necesaria para comprender lo que hacen.
De ahí que, en su opinión, los niños no deben tener pantallas propias hasta los diez u once años. Porque antes necesitan aprender el mundo con su propia experiencia, y no solamente a través de lo que buscan en Internet.
Trabajo con la comunidad educativa
El Foro de la Educación de la Fundación Eduarda Justo fue una oportunidad excelente para que padres, madres y comunidad educativa de la comarca almeriense del Almanzora, descubrieran los nuevos retos que tienen por delante en el apasionante trabajo de educar a los hijos e hijas.
El director de la Fundación Eduarda Justo, Juan Martínez Barea, fue el encargado de presentar a Mar Romera y adelantó que la Fundación del grupo Cosentino está trabajando en una nueva línea de acciones con la comunidad educativa de la Comarca del Mármol, en las que participará Mar Romera.
Con esta actividad, la Fundación Eduarda Justo puso, una vez más, de relieve el compromiso con su entorno más cercano y, sobre todo, su compromiso con la formación de los niños y niñas de la zona.
