«Las ciudades convierten a sus habitantes en turistas de su propia cultura»

Cinco nuevos seminarios han arrancado este jueves en los Cursos de Verano de la Universidad de Málaga (UMA), organizados por su Fundación General (FGUMA). Una de estas actividades ha sido “Arte, cultura y turismo: fabricación y rentas de la autenticidad escenificada” que se desarrollará durante dos jornadas en el Ateneo bajo la dirección del artista visual Rogelio López Cuenca, Premio Nacional de Artes Plásticas.

En la presentación, el creador ha perfilado las líneas por las que discurrirá el debate, en torno al modelo de ciudad basado en el turismo que tenemos actualmente en Málaga. “El turismo tiene una dimensión económica tan importante que la mayoría de las investigaciones sobre el tema se hacen desde esa perspectiva. Pero también va más allá, porque ha conformado el modo en que consumimos la cultura y el arte en el mundo contemporáneo, ha instaurado un protocolo del que no es fácil escapar”, ha indicado.

En este sentido, Cuenca ha explicado que, actualmente, el turismo ya no está protagonizado únicamente por los visitantes que acuden a la ciudad, sino que la misma ciudadanía se ha convertido en pieza fundamental de este engranaje. “Cuando pensamos en los sujetos del turismo, siempre imaginamos a alguien con una camisa hawaiana y bermudas, pero se nos olvida que la transformación que tienen las ciudades convierten a sus habitantes en turistas de su propia cultura”, ha manifestado. “Ahora venimos al centro con la misma actitud del turista, la misma falta de compromiso y la misma superficialidad. Esto transforma no solo el consumo de cualquier oferta turística, sino la construcción de la propia conciencia e identidad”, ha rematado.

Esta evolución de los centros históricos hacia lo que ha llamado un “decorado” tiende a homogeneizar, según López Cuenca, las ciudades a nivel global. “Cuando un crucerista se baja aquí, en Valencia o en Cádiz, va a encontrar calles que son prácticamente idénticas entre sí”, ha afirmado, aportando que la “lógica economicista exige que haya unos rasgos distintivos, que es lo que llamamos autenticidad, pero que en absoluto puedan entorpecer esos espacios de consumo funcionen tan fluidamente como un supermercado o un aeropuerto. Tienen que tener una apariencia de diferencia, pero en el fondo ser exactamente iguales para que el flujo económico no se detenga”, ha continuado.

Esta pérdida de autenticidad, en el caso de Málaga en concreto, la ha puesto de manifiesto el director del curso con un ejemplo específico: los monumentos al “hombre de la mar” y la pesca que aparecen a lo largo de toda nuestra costa y que están rodeados de edificios de apartamentos turísticos. “Se construyeron a costa de la muerte de esta tradición. Es un ejercicio de compensación simbólica: lo que se destruye se monumentaliza”, ha sentenciado.

Por último, y en relación al reclamo turístico que supone la capital como ciudad de los museos, el artista se ha mostrado tajante: “La Málaga cultural se ha planteado desde un punto de vista turístico, ha sido el eje de reconversión de la economía de la ciudad hacia un modelo de servicios y no ha tenido dudas de convertirse en un espacio de escaparate”, ha argumentado, advirtiendo de que las inversiones que se hacen en cultura nunca se dirigen al sustento de un tejido local, Por ello, ha reclamado que estos fondos deberían provenir del sector privado, que es quien se beneficia de esta situación, a su juicio, “a costa del abandono de las obligaciones que las administraciones tienen con el mundo de la cultura”.

“La computación cuántica va a suponer una revolución en nuestra tecnología, en la ciencia y en nuestras capacidades para descubrir el mundo”

El curso de verano de la UMA, organizado por su Fundación General, “Computación cuántica y ciberseguridad: certezas, riesgos e incertidumbres”, dirigido por Javier López, catedrático del Departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la Universidad de Málaga, y Maribel González, catedrática del Departamento de Matemáticas de la Universidad Carlos III de Madrid, se celebra durante hoy y mañana en el Rectorado. Uno de los ponentes del día ha sido Luis Jiménez, subdirector general del Centro de Criptología Nacional, una de las máximas autoridades sobre ciberseguridad en España.

“La computación cuántica va a suponer una revolución en nuestra tecnología, en la ciencia y en nuestras capacidades para descubrir el mundo”, ha afirmado el experto. Jiménez ha explicado que se va a utilizar para la transmisión de manera segura, va a permitir tener mayor capacidad de hacer simulaciones, por ejemplo, poder simular el clima para que las previsiones sean más certeras, de medir las cosas, “llegar a aspectos que con la computación clásica no podríamos llegar o descubrir y fabricar nuevos materiales”.

Sobre el punto en el que se encuentra esta tecnología actualmente, el ponente ha declarado: “Estamos en la infancia de las tecnologías cuánticas” y ha añadido que España tiene varias iniciativas, como Quantum Spain que, promocionada por la Administración, trabaja en la creación de la primera infraestructura de computación cuántica del país, explorando las aplicaciones de este nuevo paradigma. “Acabamos de entrar en la era cuántica y será una realidad en los próximos cincuenta, cien años”, ha manifestado. Además, ha indicado que todos los sectores se verán afectados y que permitirá realizar estudios de nuevas moléculas, de nuevos fármacos, nuevos materiales, “es una herramienta que nos va a permitir avanzar en nuestras investigaciones y conocimientos del mundo”, ha recalcado.

Por último, preguntado por sus posibles riesgos, Jiménez ha apuntado: “Todo uso de la tecnología con una mala intención tendrá sus riesgos, la tecnología no es ni mala, ni buena”. En este punto ha contado que desde la administración pública se está intentando que las empresas españolas se preparen para sacar ventaja de todas estas nuevas tecnologías cuánticas.

Una visión diferente de las prisiones

La oferta estival se ha trasladado un año más, por tercero consecutivo, al Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre para celebrar un nuevo curso, titulado en esta ocasión “Una visión diferente de las prisiones”, con el objetivo de trasladar a la sociedad una perspectiva distinta sobre esta institución. Además, este seminario aborda distintas materias, como la cultura, el deporte o la nutrición como medios para mejorar la convivencia.

En su primera jornada, ha tenido lugar un acto de inauguración en el que han participado Ángel Luis Ortiz, secretario general de Instituciones penitenciarias del Ministerio del Interior del Gobierno de España; Jaime Lozano, director del Centro Penitenciario de Málaga; Francisco Adolfo Vila, vicerrector para la Reforma Estatutaria, Relaciones de Empleo y Negociación Colectiva de la Universidad de Málaga; y Diego Vera, director general de la Fundación General de la UMA.

«Hablamos del artículo 25 de la Constitución, sobre rehabilitación o reinserción social, pero casi nunca llegamos al final, donde expresamente se habla del derecho de las personas privadas de libertad a acceder a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad», ha comenzado Ortiz para inaugurar el seminario. El secretario general ha tenido palabras de agradecimiento a la organización y ha valorado su “formato ideal” por el cual los propios reclusos pueden beneficiarse y las “personas fuera de la administración” conozcan y aprendan “lo que se hace en prisión y cómo se trabaja”.

Lozano ha expresado su satisfacción por la celebración de esta cita “especial y necesaria”, ya que en España se mantiene una “visión equivocada, falseada y estigmatizada” de las profesiones que funcionan dentro de las prisiones. Por ello, el director del centro ha defendido el papel de la institución: “Las prisiones han evolucionado y, en muchos casos, han conseguido cumplir con sus objetivos fundamentales. En lugar de un sistema penitenciario que perpetúa ciclos de criminalidad y marginalización, actualmente rehabilita, reeduca y, sobre todo, da oportunidades a quienes nunca tuvo ninguna”.

Tras proponer en 2022 y 2023 debates en torno a la justicia restaurativa y los retos del sistema penitenciario, este año la actividad se centra en derribar los mitos que envuelven, todavía hoy en día, a la percepción social de las prisiones. Así lo ha explicado el director del curso, el jurista Ángel Herbella, encargado de la primera conferencia y en la que ha incidido sobre la importancia de dar visibilidad al medio penitenciario para acercarlo a la ciudadanía. Sobre esto ha resaltado que la idea que tenemos comúnmente de las cárceles proviene de la producción cinematográfica, que ofrece una imagen sesgada y ficticia de sus espacios.

«Desde el enfoque del cine, la realidad diaria en las prisiones no tiene nada que ver. Son personas privadas de libertad que cumplen una pena por delitos que han cometido, pero ese medio se tiene que adaptar lo máximo posible a la vida en sociedad», ha aportado, para seguir argumentando esta propuesta. «La razón fundamental es conseguir entre todos y todas que cuando salgan no vuelvan a cometer un delito y se puedan incorporar a la sociedad, porque es un beneficio para toda la ciudadanía», ha proseguido.

Para trazar este fin, Herbella ha apostado por una mayor concienciación y solidaridad por parte de la sociedad porque «hay que intentar incorporarlos y no aislarlos», además de incidir en la educación, la base, ha dicho, para evitar la reincidencia. «Mediáticamente se habla de casos sangrantes y muy graves, pero tenemos que trabajar a nivel preventivo. Lo vivo día a día, cuando encuentro a personas con las que he coincidido y ahora no piensan en volver a cometer ningún delito”, ha concluido.

Masonería filosófica, Constitución y memoria democrática

En la Sociedad Económica Amigos del País ha arrancado hoy el seminario “Masonería filosófica, constitución y memoria democrática”, un seminario cuyo objetivo es, según Jesús Soriano, codirector de la actividad y miembro de la Academia de Estudios Masónicos, transmitir a la sociedad civil el verdadero significado de la masonería, su papel en el constitucionalismo español y su contribución a la convivencia democrática. Soriano ha subrayado que España ha sido el único país en el mundo que ha tenido una ley de represión de la masonería, lo que ha sesgado el conocimiento sobre esta institución que busca “convertir al hombre bueno en un hombre mejor y, sobre todo, un buen ciudadano”, aunque ha lamentado que su historia haya sido silenciada durante los años de dictadura.

“Los principios de la masonería son libertad, igualdad y fraternidad y a ningún dictador le gusta esto”, ha continuado el director, resaltando los motivos de la represión que ha sufrido la masonería históricamente. Sin embargo, a pesar de esta persecución, su influencia ha calado en el ámbito social, cultural y político, ha asegurado Soriano, unas contribuciones que tomaron forma en la Constitución de Cádiz de 1812 con la introducción de conceptos clave como la separación entre Iglesia y Estado o la libertad de cátedra, entre otros aspectos. Por todo, Soriano ha afirmado que ya es momento de restaurar el daño producido a la masonería y darle mayor visibilidad. “Hace dos años, el presidente del gobierno nos dio un diploma reconociendo que la masonería era víctima de la represión y declaró nulos todos los juicios en contra. Esto es importante porque inicia el camino, pero todavía hay enemigos de la democracia que no lo comparten”, ha matizado.

Para cerrar, y en relación a la modernización de la institución a la que representa, el director ha explicado que, aunque los principios de la masonería permanecen vigentes desde su fundación, sus discursos han evolucionado a la par con la sociedad, abordando temas contemporáneos como el transhumanismo, el cambio climático, la irrupción de la Inteligencia Artificial y la posverdad, “siempre desde un enfoque humanista”.