El I Congreso de Bioeconomía, organizado por Cajamar y APTE, apunta a la intensificación tecnológica, las energías renovables, el aprovechamiento de los subproductos, el diseño de nuevos alimentos saludables y el fomento del sistema de innovación público-privada como factores clave para la competitividad futura del sector agroalimentario.
La primera convocatoria de ‘Food&Future’, el Congreso de Bioeconomía, Alimentación y Futuro organizado por Cajamar Caja Rural en colaboración con la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE), el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA) y la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, ha recibido esta mañana en el edificio ‘Pitágoras’ del tecnoparque almeriense a casi 250 especialistas, investigadores y profesionales del sector agroalimentario y empresas de base tecnológica procedentes de toda España.
El encuentro, que combina el carácter científico-técnico de las ponencias con una clara orientación hacia la economía productiva y el mundo empresarial y del emprendimiento, ha sido inaugurado por Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar Caja Rural; Felipe Romera, presidente de APTE; y María del Carmen Ortiz, consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía.
El presidente de Cajamar ha comenzado su intervención recalcando que la bioeconomía “lleva implícito un gran salto adelante de la humanidad en cuanto al uso intensivo de las tecnologías sostenibles en todas las fases del proceso productivo. Pero, sobre todo, ha de suponer un gran cambio en el terreno de las mentalidades, en la manera en cómo entendemos el carácter circular de la economía y cómo gestionamos los recursos de origen biológico a nuestro alcance”. Asimismo, y antes de agradecer la colaboración institucional de APTE y PITA y el patrocinio de la Junta de Andalucía para la celebración de ‘Food&Future’, e invitar a los asistentes a participar en próximas convocatorias, Eduardo Baamonde ha querido subrayar que la biotecnología “centrará en los próximos años la agenda de gobiernos, corporaciones empresariales y centros de estudios de todo el mundo. Se trata, por tanto, de una necesidad y una oportunidad para progresar hacia la seguridad alimentaria de la población, el desarrollo del binomio alimentación y salud, la protección del medio ambiente y la generación sostenible de valor económico y bienestar social”.
A continuación, el presidente de APTE, Felipe Romera, ha señalado que “este congreso supone el acercamiento de una entidad financiera fuertemente ligada a la innovación con el sector agrobio de los parques científicos y tecnólogicos que representa a más de 250 entidades. Además, es una oportunidad única para estrechar relaciones, aprender y fortalecer el trabajo en red, en un momento en el que 160.000 personas trabajan en nuestros parques representando a los sectores más innovadores del país”.
Tras el acto de inauguración, las sucesivas ponencias han versado sobre los mecanismos para el desarrollo de nuevos productos y procesos basados en materias primas renovables y el uso sostenible de la biomasa, como estrategias para que el sector agroalimentario mejore su competitividad en un futuro inmediato liderado por la bioeconomía.
Alfredo Aguilar, de la Federación Europea de Biotecnología, y Daniel Ramón, de Biópolis, han presentado el potencial de la bioeconomía y la biotecnología como motores del cambio hacia un modelo económico más sostenible. A continuación Javier Velasco, de Neol BioSolutions, se ha ocupado de la puesta en valor de residuos y subproductos agrícolas. Por su parte, el análisis de las nuevas tendencias de comportamiento en el consumidor y las estrategias para el éxito en el lanzamiento de nuevos productos alimentarios ha corrido a cargo de David Martínez Roig, consultor de ‘Marketing Human Consumer Knowledge’.
Además de la celebración de dos mesas redondas sobre casos de éxito empresarial, en la sesión de tarde Enrique Soria, director técnico del Centro Nacional de Energías Renovables, se ocupará de resumir la propuesta de un nuevo modelo económico más allá del petróleo y el reto de desarrollar nuevas formas de energía sostenible.
Finalmente, el director de Negocio Agroalimentario y Cooperativo de Cajamar, Roberto García Torrente, encargado de la clausura del evento, ha insistido en que, en el ámbito del sector agroalimentario, el objetivo fundamental de la bioeconomía es “el incremento de la productividad por medio de la intensificación tecnológica y el aprovechamiento racional y eficiente de los recursos renovables a nuestro alcance. Es la única receta, pero no se puede planificar a corto plazo, y requiere además de costosas inversiones en investigación y desarrollo y de la colaboración público-privada. Este es el motivo por el que Cajamar organiza este Congreso, para fomentar el contacto permanente entre la investigación, la tecnología, los empresarios y emprendedores y los agricultores”.