A este respecto, el Vicerrector de Planificación, Calidad y Relaciones con la Empresa de la Universidad de Almería, Manuel de la Fuente, apunta que “la contratación pública es la gran olvidada como negocio por parte de las Pymes, por una parte, porque el proceso es bastante complejo y, por otra, porque desconocen cuál es el mecanismo para acceder a este tipo de mercado”. Con la puesta en marcha de la compra pública electrónica, la Universidad de Almería está trabajando en simplificar el proceso y en capacitar a las pequeñas y medianas empresas para que accedan a la compra pública, que en el caso de la UAL supuso el año pasado cerca de 12 millones de euros. “El total de la compra pública en España según datos del Ministerio supone el 15 por ciento del PIB anual, lo que nos permite hacernos una idea del volumen económico de este mercado”, señala De la Fuente.
Según el Vicerrector de Planificación, Calidad y Relaciones con la empresa, la licitación electrónica no sólo agilizará los trámites, reducirá la burocracia administrativa, optimizará las gestiones y, por ende, el gasto, sino que también contribuirá a aumentar la concurrencia y la transparencia en las adjudicaciones de los concursos, beneficiando así “significativamente” al tejido empresarial.
Por otra parte, Manuel de la Fuente afirma también que la compra pública electrónica facilitará la participación de los licitadores que no están habituados con los procedimientos de licitación pública, agilizando la elaboración de ofertas y reduciendo drásticamente la exclusión de licitadores por errores en esas ofertas. Pero para que la licitación electrónica sea verdaderamente eficaz, se necesita la participación de las empresas. Así opina De la Fuente, que considera “imprescindible” que las organizaciones empresariales formen parte de este proyecto “que aún siendo impulsado desde la Universidad de Almería, no tendría razón de ser sin el necesario calado dentro del tejido empresarial”.
Dentro de las jornadas se abordarán también otros temas, como las diferentes formas legales y de cooperación que las Pymes tienen para competir con las grandes empresas en la compra pública, así como los recursos de búsqueda de información que son imprescindibles para exprimir al máximo un mercado que genera tal volumen de datos como este.