El Hospital San Juan de Dios – Instituto Materno Infantil es una institución sanitaria pública fundada en 1723, aunque venía prestando servicios de salud desde 1564 desde los primeras décadas de América Virreinal española.
Es uno de los símbolos más importantes de la historia de la medicina en Colombia y es referencia como el principal centro de salud pública y de investigación científica médica. Fue clausurado el 29 de septiembre de 2001
Ahora la Universidad Nacional de Colombia ha decidido que este emblemático edificio sea de nuevo sede de la Facultad de Odontología, lo que permitirá desarrollar la odontología social – hospitalaria al más alto nivel, integrando las tareas de formación, investigación e interrelación social (extensión) con las tareas asistenciales, en un ambiente multiprofesional e interdisciplinario.
Con el reciente Decreto – Ley 1959 del 15 de noviembre de 2023, que crea la nueva entidad de carácter especial “Hospital Universitario San Juan de Dios y Materno Infantil”, el Gobierno nacional ha dado un paso fundamental para la reapertura de este emblemático hospital, anclado en el centro-sur de Bogotá, y en la historia de la medicina y la salud de este país.
Para la Facultad de Odontología, que desarrolló actividades formativas y de investigación en el Pabellón San Eduardo, construido en las primeras décadas del siglo XX, y ocupado por esta desde los inicios de los años ochenta hasta el cierre de la entidad, en 2001, la reapertura constituye un reencuentro histórico con la génesis de la odontología hospitalaria en Colombia y la formación integral en el campo amplio de la salud oral.
A pesar del tiempo y el abandono que hoy exhibe la edificación del Pabellón San Eduardo, reflejados en las caprichosas figuras amalgamadas por la humedad y el moho que presentan sus muros de pintura descascarada y vieja, y de la luctuosa soledad que la habita, evoca aún en la memoria de cientos de profesionales de la odontología una de las épocas más fértiles de la profesión.
Fue allí en donde se fraguó un concepto vivo de la formación integral que vinculó la odontología social con la hospitalaria, “bajo el influjo de una epistemología implícita del cuidado que promovía en su quehacer diario el Hospital San Juan de Dios, y que la mercantilización de la salud fue deteriorando, como ocurre hoy con los muros del San Eduardo”, así lo señala el profesor Rafael Malagón, director del Departamento de Salud Colectiva de la Facultad de Odontología.
En el marco físico de la terca arquitectura del Pabellón San Eduardo, de logros estéticos y funcionales inocultables a pesar del tiempo, se estructuró el programa pionero en el país para la atención odontológica de personas que viven con el VIH, en el que es preciso mencionar los aportes de los profesores John Harold Estrada y Germán Hernández.
Sin embargo, la presencia de la odontología social y hospitalaria no se circunscribió únicamente al complejo hospitalario San Juan de Dios, en el Pabellón San Eduardo.
La actividad hospitalaria y comunitaria reconoce sus raíces, igualmente, en la vinculación de la Facultad a los Hospitales de la Misericordia y al Instituto Materno Infantil, y con el desarrollo de actividades en varias instituciones educativas, desde finales de los años setenta. Entre esa rica trayectoria cabe destacar el trabajo de la profesora Astrid Olivares en el Instituto Materno Infantil centrado en el binomio madre-niño, en un intento, inacabado, de la profesión por avanzar en abordajes comprensivos y asistenciales no centrados en el individuo, y en el desarrollo de un proyecto formativo en escenarios multiprofesionales.
En el símbolo de la gineco-obstetricia y la perinatología, que es el Materno Infantil y en el Hospital de la Misericordia, están los antecedentes de la especialidad en Estomatología Pediátrica, y en el Pabellón San Eduardo, los de la Especialidad en Cirugía Oral y Maxilofacial.
“Los desarrollos académicos más importantes de la odontología en los últimos cincuenta años en el país, se cruzan con el hospital San Juan de Dios y el Materno Infantil”, afirma el profesor Malagón, cuando se reflexiona sobre el legado de esa experiencia.
Se potenciará el abordaje integral de pacientes
El retorno de la Facultad de Odontología al Pabellón San Eduardo permitirá desarrollar la odontología social – hospitalaria al más alto nivel, integrando las tareas de formación, investigación e interrelación social (extensión) con las tareas asistenciales, en un ambiente multiprofesional e interdisciplinario.
La presencia de la Facultad potenciará el abordaje integral de pacientes sistémicamente comprometidos, ampliará de manera significativa las posibilidades de formación en odontología general, y en todas sus especialidades, en escenarios complejos como el hospitalario y el comunitario, que brinda la nueva entidad.
Así mismo, se desarrollarán experiencias académicas en nuevos modelos de atención centrados en grupos poblacionales específicos (por ejemplo, en personas con discapacidades o con capacidades neurodivergentes) y facilitará el fortalecimiento de los abordajes familiares y comunitarios en odontología, en la medida en que este proyecto de hospital es una apuesta por integrar la complejidad clínico-terapéutica con la complejidad socio-territorial de las poblaciones.
Tal ruta de desarrollo académico tiene el potencial de reafirmar a la Facultad de Odontología como la escuela odontológica de la nación colombiana y como referente latinoamericano en este significativo campo de saberes y prácticas.
De igual manera, el retorno de la Facultad de Odontología al Pabellón San Eduardo coincide de manera casual y significativa con la remodelación arquitectónica del Edificio 910 -antigua sede del Icontec-, que será ocupado para el desarrollo de las prácticas odontológicas de docencia – asistencia.
Estos dos hechos junto a la legítima expectativa de su participación de manera más amplia en la expansión del Hospital Universitario Nacional (HUN), marcarán sin lugar a duda un antes y un después para esta Facultad.
Se avizora en el mediano plazo el desarrollo de un modelo de formación académica, de investigación y de interrelación social, que vincule a la Facultad de manera natural y fluida al orden territorial y nacional, con lo que se asegura un crecimiento del campo profesional de la odontología y de sus escenarios de desempeño en el país.
“Es necesario y tarea de todos y todas, aunar esfuerzos, en la reapropiación social, simbólica y material, del Pabellón San Eduardo, y en las tareas que aseguren la presencia de la Facultad en el Hospital Universitario San Juan de Dios y Materno Infantil”, anota el profesor Malagón, quien junto con el profesor Mario Hernández y otros profesores de la Facultad de Medicina, bajo el liderazgo del profesor Fernando Galván, decano de la misma, participó de manera activa en los 14 meses que se necesitaron para fraguar el sentido y la naturaleza de la nueva entidad adscrita al Ministerio de Salud y la Protección Social, que quedó plasmada en el mencionado Decreto – Ley.
Se anuncia para la Facultad de Odontología y para la Universidad en su conjunto la buena nueva de su retorno al hospital con mayor significado simbólico, cultural, social y científico de salud en Colombia. Un retorno de la salud con equidad e integración social; el retorno de la Escuela de la Salud de la Universidad Nacional de Colombia.