Juan José Ruiz Martínez. Rector de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
El pasado viernes, 7 de julio, la Dirección General de Universidades de la Generalitat Valenciana emitió el preceptivo informe previo a la posible implantación del Grado en Enfermería en la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche. La decisión, que debía haberse comunicado hace ya varios meses y, por tanto, es tardía y extemporánea, ha sido negativa, con unas justificaciones escasas y totalmente insostenibles. Incumpliendo gravemente la normativa estatal (Real Decreto 822/2021, de 28 de septiembre), este informe preceptivo no se emitió, en el caso de la nueva titulación de Medicina recientemente aprobada por la Generalitat, lo cual constituye uno de los argumentos del contencioso interpuesto por la UMH contra el Decreto de creación de este Grado.
Recordemos que la situación en Enfermería en España es justo la contraria que en Medicina. El Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería ha denunciado muy recientemente la grave escasez de enfermeras: “España necesita más de 95.000 de estas profesionales. En Europa solo seis países tienen menos enfermeras por habitante que España. La alarmante escasez de enfermeras que presentan casi la totalidad de las Comunidades Autónomas compromete la salud de los ciudadanos”. Hace tan solo un par de meses, el Colegio de Enfermería de Alicante reclamó la “necesaria y urgente” creación de más plazas en el sistema sanitario público de las distintas especialidades de Enfermería y dignificarlas retributiva y profesionalmente.
Por el contrario, en el caso de los médicos, reiteradamente en los últimos años todas las organizaciones profesionales, entidades educativas y sanitarias como la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina Españolas, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, el Foro de la Profesión Médica o la Organización Médica Colegial han señalado que donde hacen falta más médicos no es en las aulas, y que es totalmente desaconsejable abrir nuevos grados.
Con estos antecedentes, el informe basa su negativa en “el alto nivel de inversión para su desarrollo” o “el principio de sostenibilidad económica que garantice la suficiencia financiera”. Una argumentación como esta no se sostiene, ya que la UMH dispone en su campus de Sant Joan d’Alacant de amplias instalaciones bien equipadas que utilizan las diferentes titulaciones del ámbito de la Salud, como son los Grados en Medicina, en Farmacia y otros grados sanitarios que llevan impartiéndose bastantes años. Así mismo, sí que hay disponibilidad de hospitales para las prácticas, lo que no sucede en el caso de Medicina, según los propios informes de la Conselleria de Sanidad.
Sorprende por tanto que parece haber un doble rasero para medir las autorizaciones de nuevas titulaciones. Esperamos y deseamos que la nueva Conselleria tome sus decisiones basándose en criterios académicos más justos y equitativos.