La Universidad de Málaga y la Diputación Provincial han firmado hoy un protocolo general de actuación para establecer las líneas de colaboración durante los próximos cuatro años. Ambas instituciones apostarán por proyectos e iniciativas que redunden en el desarrollo de las potencialidades socioeconómicas de la provincia, afrontando los nuevos retos y desafíos para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia y para prepararse para la época poscovid, centrándose en el fomento del empleo y la lucha contra la despoblación.
El rector de la UMA, José Ángel Narváez, y el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, han rubricado el acuerdo y han explicado los aspectos más destacados de las actuaciones que se llevarán a cabo de manera conjunta. En el acto también han estado presentes el vicerrector de Innovación Social, Rafael Ventura, y el responsable del Área de Desarrollo Económico y Social, Juan Carlos Maldonado.
Salado ha recordado que, desde 2012, ambas instituciones mantienen una fecunda línea de colaboración, que se ha plasmado con la realización de prácticas curriculares y extracurriculares de estudiantes de la UMA en los centros de la Diputación y con la puesta en marcha de proyectos, investigaciones y actuaciones relacionadas con el fomento del empleo -destacando el Plan Primera Oportunidad, que permite anualmente que un centenar de egresados acceda a un empleo-, así como sobre formación, emprendimiento, turismo, sector agroalimentario, igualdad de género, innovación social, cultura, asuntos sociales, cooperación internacional, deporte y seguridad y emergencias.
El presidente de la Diputación ha defendido que la cooperación entre instituciones, por un lado, y la colaboración público-privada, por otro, son imprescindibles para abordar el futuro y buscar una salida a la grave crisis económica y social actual. Al respecto, ha incidido en que hay que abogar por el establecimiento de redes de cooperación en ámbitos como el empresarial y el laboral.
Y ha apuntado que el nuevo acuerdo entre la Diputación y la Universidad debe centrarse, por ejemplo, en favorecer el empleo, resaltando la apuesta por el Plan Primera Oportunidad para facilitar a los egresados de la UMA un acceso al mercado laboral; en apoyar el emprendimiento y en facilitar la implantación de nuevas tecnologías y de la digitalización en las empresas y en los sectores básicos de la provincia, “ya que son las mejores herramientas para garantizar el futuro y la viabilidad del tejido empresarial”.
Salado también ha considerado que es prioritario el desarrollo de más iniciativas y actividades para luchar contra la despoblación, con experiencias similares a la del I Campus Universitario de Inmersión Rural. Y ha anunciado que Diputación y UMA buscarán de forma conjunta financiación europea para el desarrollo de proyectos estratégicos para la provincia.
“No cabe duda de que la Universidad está contribuyendo a aportar a la sociedad un conocimiento y un capital humano cada vez más especializado y cualificado, que tiene que aprovecharse en las empresas, las administraciones públicas y las organizaciones sociales”, ha recalcado.
Oportunidad y compromiso de la UMA
Por su parte, José Ángel Narváez ha destacado que el acuerdo supone la rúbrica de un trabajo de éxito para la UMA, que pretende que el conocimiento y la formación sirvan para el desarrollo de toda la provincia. “Este convenio es una oportunidad para la Universidad, porque la Diputación nos ayuda a llegar donde nosotros no podemos llegar; y también es un compromiso de la UMA de que todo lo que hagamos sirva para solventar problemas”.
“No queremos hacer una investigación que desarrolle procedimientos que no se puedan aplicar –ha añadido-; lo que pretendemos es poner a disposición de la provincia el conocimiento y la investigación para buscar soluciones a problemas y retos”.
Narváez ha apuntado que no se sabe cómo será la época poscovid, pero ha defendido que todas las instituciones públicas tienen que trabajar conjuntamente para afrontar las nuevas situaciones que se producirán. “El mundo será diferente -ha añadido- y tenemos que tener la habilidad de adivinar cuáles serán esas diferencias para lograr que la sociedad mejore.”
Convenios específicos
El protocolo firmado tiene el carácter de acuerdo marco para regular las relaciones entre las partes, por lo que los proyectos, actividades o actuaciones concretas que ambas instituciones efectúen conjuntamente se formalizarán mediante la firma de convenios específicos o contratos.
En este sentido, se contempla, por ejemplo, la cooperación en el desarrollo científico, tecnológico, educativo y social de la provincia, mediante la identificación de las necesidades de los distintos sectores socioeconómicos, favoreciendo la transferencia y la aplicación de resultados I+D+I generados en la Universidad de Málaga.
También se incluye la prestación de servicios técnicos y de asesoramientos científicos, la realización de programas de formación en gestión y administración pública y cursos de expertos y de máster dirigidos al personal de las entidades locales de la provincia.
Paralelamente, ambas instituciones organizarán cursos, seminarios, conferencias y jornadas científico-técnicas y de formación en las que se divulguen las potencialidades y realidades de la provincia de Málaga y sus comarcas, estableciendo redes de cooperación en los ámbitos empresarial, laboral, artístico y deportivo.