La Sala Capitular de la Catedral de Jaén acogió este pasado lunes la presentación de la obra ‘Pedro Machuca en Italia y en España: su presencia y huella en la pintura granadina del Quinientos’, obra de la investigadora Liliana Campos Pallarés, publicada por la Editorial de la Universidad de Jaén. La obra es fruto de la investigación realizada durante años por la doctora Liliana Campos, que tiene como valor cardinal recuperar la figura del pintor toledano, tantas veces ensombrecida, paradójicamente, por su propia labor como arquitecto del palacio imperial de Carlos V.
En la presentación de la obra intervinieron: el Vicerrector de Proyección de la Cultura y Deporte, Felipe Serrano Estrella; el deán de la Catedral de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas; el director de la colección Artes y Humanidades y de la Cátedra ‘Andrés de Vandelvira’de la UJA, Pedro A. Galera Andreu, el gerente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Luis Jesús García-Lomas, así como la propia autora.
La monografía recoge las pocas noticias que contienen las fuentes literarias, así como el análisis de los estudios precedentes, que resultan escasos y dispersos si se tiene en cuenta que la de Machuca fue una carrera artística de más de 35 años. “Así pues, el corpus del artista -y por ende su biografía- ha sido reconstruido principalmente sobre la base de una exhaustiva observación estilística de las obras documentadas, a partir de la cual se han incluido de manera inédita otras pinturas en el haber del pintor. De la misma forma, la autora ha depurado todas aquellas creaciones que a su juicio no debieran atribuirse a la producción del maestro toledano y que, con mayor o menor fuerza, se han relacionado con su estilo con anterioridad”, aseguró el Vicerrector de Proyección de la Cultura y Deporte de la UJA.
De esta manera, el libro descubre a un Machuca deudor no solo del arte de Rafael o Miguel Ángel, sino de otros artistas igualmente capitales en la Italia de principios del siglo XVI como Baldassare Peruzzi o Domenico Beccafumi, haciendo hincapié en la relación del toledano con el manierismo sienés, hasta ahora prácticamente ignorado por la crítica. También se enriquecen los vínculos entre las “águilas del Renacimiento español” con la propuesta de diversas colaboraciones de Machuca con Bartolomé Ordóñez y Alonso Berruguete en territorio napolitano.
La investigación desvela también un segundo viaje a Italia del artista en 1527, cuando la totalidad de los historiadores lo sitúa en Granada, ocupado en el diseño y construcción de la residencia palaciega del emperador. Aunque de solo unos meses, este nuevo periplo aclara muchas incógnitas hasta ahora inexplicables. Es el caso del reavivamiento de la llama manierista de corte machuquiano en la Campania en esas mismas fechas, así como de la presencia del pintor en Cagliari y su huella en el momento de apogeo de la Escuela de Stampace. El apéndice documental, que recoge documentación inédita referente a la vida y actividad del artista asentado ya en España, ayuda a cubrir algunas lagunas de su biografía.
La obra ha sido publicada por la Editorial de la Universidad de Jaén en la colección Artes y Humanidades, y dentro de la misma en la serie ‘Cátedra Vandelvira’, que recoge los resultados de las investigaciones realizadas en el ámbito del arte y humanismo de la Edad Moderna, con el patrocinio de la Fundación Caja Rural de Jaén.