Las ruinas de San Francisco de Baeza acogerán el próximo 25 de junio, a las 21 horas, la representación del auto sacramental ‘La Hidalga del Valle’, de Calderón de la Barca, a cargo de la compañía de teatro Mira de Amescua, con la dirección de Antonio Robles, organizado por el Vicerrectorado de Proyección de la Cultura y Deporte de la Universidad de Jaén y el Ayuntamiento de Baeza, con la colaboración del Cabildo de la Catedral.
La presentación del espectáculo fue realizada por el Vicerrector de Proyección de la Cultura y Deporte, Felipe Serrano, que estuvo acompañado por Marta Torres, Directora de Secretariado de Actividades Culturales y del Programa Universitario de Mayores, y por la alcaldesa de Baeza, Mª Dolores Marín.
En su intervención, Felipe Serrano explicó que, desde la Edad Media, en el marco de las celebraciones del Corpus Christi, se fueron desarrollando otras fiestas que adquirieron un gran protagonismo entre los siglos XVI y XVIII. Juegos de cañas, toros, castillos de pólvora o luminarias no faltaban en estas celebraciones, completando el rico aparato efímero de altares, arcos de triunfo, etc., erigidos para la procesión del Sacramento en la custodia.
Cuál era la función de las obras de teatro sacro
En este contexto destacaron los autos sacramentales, obras de teatro sacro con las que explicaba al pueblo contenidos teológicos, especialmente relacionados con la Eucaristía, y en los que se empleaban ricas escenografías tanto en espacios fijos como en carros móviles. “No obstante, también se abordaron otros temas como los relacionados con la Inmaculada Concepción, que es el caso que nos ocupa. En el difícil contexto de las disputas inmaculistas del siglo XVII surgieron voces críticas que se contestaron con sólidas argumentaciones como las presentadas por el baezano Antonio de Calderón, catedrático de la Universidad de Baeza o con ‘La hidalga del valle’, obra de Pedro Calderón de la Barca.
El genial dramaturgo realizó dos versiones, una para su representación en carros durante la fiesta del Corpus y otra para un tablado. Esta última, que tuvo lugar en Granada en 1640, es la primera representación atestiguada del auto, dentro de las celebraciones inmaculistas con motivo de un libelo difamatorio contra la virginidad de María”, indicó. Aunque los autos sacramentales fueron prohibidos en 1765, fue en el siglo XX, de la mano de algunos de los miembros de la Generación del 27, cuando se empezaron a recuperar y escritores como Miguel Hernández compusieron en este género.
Sobre la compañía teatral granadina que pondrá en escena este auto, ‘Mira de Amescua’, nació inspirada por la Barraca de García Lorca y toma su nombre del dramaturgo Antonio Mira de Amescua (Guadix, 1574-1644), autor también de autos sacramentales. La agrupación, nacida en 1994, con el fin de revitalizar los autos sacramentales, se compone de una treintena de profesores y músicos que mantienen viva la llama de esta tradición granadina.
Pese a que su experiencia teatral es dilatada, no son actores profesionales, pero cuidan hasta el mínimo detalle de la técnica moderna para que la estética de su puesta en escena sea rigurosa con el teatro del Siglo de Oro. En sus casi tres décadas de existencia, han actuado en la Plaza de las Pasiegas, Monasterio de San Jerónimo o Iglesia de Santa Ana de la capital granadina. Asimismo, ha llevado sus representaciones a diversos escenarios andaluces (como la catedral de Jaén, durante varios años seguidos, Sevilla o Málaga) y fuera de Andalucía (como el Museo-catedral de Pamplona o la Catedral Primada de Toledo). La entrada será libre, hasta completar aforo.