Alumnos del colegio de Cristo Rey de Jaén participan en el primer taller del programa MicroMundo, un proyecto que se enmarca dentro de la actividad divulgadora de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación del Vicerrectorado de Comunicación y Proyección Institucional de la Universidad de Jaén (UJA).
Este proyecto, de carácter educativo y colaborativo, tiene como finalidad que el alumnado preuniversitario se interese por las Ciencias Experimentales. Esta actividad, que vinculada a los proyectos internacionales Small World Initiative (SWI) y TinyEarth, tiene tres objetivos a tres niveles diferentes: primero, motivar a los estudiantes preuniversitarios para que se interesen por las Ciencias Experimentales; segundo, introducir una estrategia de Aprendizaje Servicio (ApS) en la docencia de los alumnos universitarios, de manera que aprendan realizando una actividad que redunde en un beneficio social; y tercero, abordar, mediante la estrategia ‘crowdsourcing’ o ciencia ciudadana, la reducida disponibilidad de antibióticos eficaces disponibles, una de las principales amenazas que hay en la actualidad para la salud a nivel global.
SWI inició su andadura en España en la Universidad Complutense de Madrid, extendiéndose a 20 universidades españolas constituyéndose la red MicroMundo. La UJA es una de las dos universidades andaluzas que forma parte de esta red.
En Micromundo@Jaén los universitarios salen para dirigirse a los colegios e institutos participantes para participan con los estudiantes de 4º ESO y 1º Bachillerato. Son los propios estudiantes los que hacen el trabajo de campo: recoger muestras de diferentes suelos de sus respectivos entornos e incubarlas para conseguir distintas colonias de microorganismos potencialmente productores de antibióticos. Estas colonias se enfrentarán posteriormente a diferentes microorganismos muy parecidos a patógenos conocidos por su resistencia a los antibióticos actuales, para comprobar si son inhibidos. En el programa MicroMundo nunca se trabaja con las especies patógenas, pero sí con especies cercanas, normalmente del mismo género, aunque inofensivas. Los resultados, siempre con una clave que permita localizar en cualquier momento al equipo de alumnos que ha realizado el hallazgo, pasarán a formar parte de la base de datos del programa y eventualmente se envían al centro de datos de USA donde serán estudiados. Si de esos resultados saliera un nuevo antibiótico, la clave asignada a la cepa indicaría el instituto y los alumnos que la aislaron.