La UJA detecta en adolescentes problemas emocionales por cómo se expresan

Los problemas mentales siempre han estado ahí y se mantenían como una realidad oculta, nada agradable de mostrar. Sin embargo, a raíz de la pandemia ha habido un cambio de tendencia fundamental en este sentido, para afrontar el problema de una vez por todas y poner en marcha las medidas necesarias para dar respuesta a los problemas emocionales. Una de las universidades punteras en este sentido es la Universidad de Jaén, que lidera dos proyectos para la detección rápida de problemas de salud mental en adolescentes, a partir del estudio del lenguaje que utilizan para expresarse.

Investigadores de la UJA que lideran la red PROEMA.

Promueven DAREMOS y PROCARE, enfocadas en la detección precoz de adolescentes en riesgo de sufrir problemas emocionales, así como en la intervención sobre esos adolescentes durante la etapa de la pandemia y la postpandemia. El informe y hoja de ruta de la Red para la Promoción de la Salud y Bienestar Emocional en los Adolescentes (Red PROEMA), liderada por la UJA, resaltó ya en 2018 la necesidad de llevar a cabo protocolos de cribado/detección precoz y de intervención basados en la evidencia para las personas jóvenes con problemas emocionales o en riesgo de sufrirlos.

En concreto, la iniciativa DAREMOS es una acción multidisciplinar que ha permitido, por primera vez a nivel internacional, detectar tempranamente a personas jóvenes emocionalmente sanas, en riesgo (prevención selectiva), en alto riesgo (prevención indicada), o con trastornos emocionales. Se trata de un proyecto que aúna disciplinas como la Psicología, el Análisis del lenguaje, el Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) o la Epigenética y en el que participan los investigadores Luis Joaquín García, Lourdes Espinosa y José Antonio Muela del Departamento de Psicología de la UJA, Mª Belén Díez del Departamento de Filología Inglesa, Arturo Montejo como miembro de la spin-off de la UJA YottaCode, junto a Juan Miguel Gómez (IP2) y Mª Jesús Pinto, miembros del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA).

Qué elementos del lenguaje permiten identificar a jóvenes en riesgo de sufrir problemas emocionales

En cuanto al análisis del lenguaje, “los resultados más reveladores del análisis sintáctico-semántico indican que el lenguaje empleado por las adolescentes en el grupo clínico se caracteriza por un uso más frecuente y estadísticamente significativo de procesos mentales, especialmente de cognición-conocimiento”, manifiesta la profesora Mª Belén Díez. Estos tipos de procesos no caracterizan ningún otro grupo (control, selectivo o indicado) lo que permite identificar a mujeres adolescentes en el grupo clínico.

En lo que se refiere al uso de metáforas, entre los resultados obtenidos se observa que las mujeres en el grupo clínico utilizan más metáforas para referirse a la felicidad, mientras que los hombres utilizan más metáforas para referirse a la depresión. Los hombres adolescentes, en el grupo clínico, además, utilizan más metáforas que las mujeres para referirse al nerviosismo. En los demás grupos se observa que el tipo de metáfora y su frecuencia pueden distinguir la producción oral espontánea de adolescentes.

Qué otros rasgos del lenguaje permiten identificar a jóvenes en riesgo

Igualmente, el uso de técnicas de PLN arroja indicios acerca de la afectación de un trastorno emocional. “Se ha demostrado que los criterios de detección/diagnóstico basados en PLN son significativamente diferentes según el sexo en cuanto a rasgos estilísticos, uso de lenguaje asociado a la expresión de emociones, o la complejidad y diversidad léxica”, indica el profesor de la UJA, Arturo Montejo. Así, el análisis del lenguaje y los algoritmos de aprendizaje automático pueden ayudar a identificar precozmente trastornos emocionales, sobre todo en mujeres, con más de un 70% de exactitud. Los chicos manifiestan mayor diferencia en qué expresan, mientras que las chicas principalmente varían cómo se expresan.

Finalmente, “el análisis de la metilación del ADN a través de la epigenética ha revelado que en los chicos alto riesgo existe una hipometilación en el gen BDNF que los diferencian del resto de los grupos, consiguiéndose una especificidad del 90% cuando combinamos la detección de esta hipometilación en dos sitios del gen BDNF”, indica la investigadora de IBIMA, Mª Jesús Pinto.

Una vez identificados a jóvenes en riesgo a través de DAREMOS, la iniciativa PROCARE abarca tanto PROCARE+ como PROCARE-I mediante un equipo compuesto por los investigadores Luis Joaquín García, Lourdes Espinosa, José Antonio Muela y Mar Díaz, del Departamento de Psicología de la UJA, José Antonio Piqueras de la Universidad Miguel Hernández, Josefa Canals de la Universitat Rovira i Virgili y Jill Ehrenreich-May de la Universidad de Miami.

Cómo se actúa con los jóvenes participantes en estos programas y a los que se les ha detectado en riesgo

En primer lugar, PROCARE+ permite fortalecer emocionalmente a través de sesiones grupales y sesiones personalizadas en función del factor de riesgo que presenta el adolecente. PROCARE+ es la primera iniciativa transdiagnóstica de prevención selectiva, que ha demostrado su eficacia en adolescentes en riesgo de desarrollar problemas emocionales. PROCARE+ ha permitido que alrededor de 300 adolescentes reduzcan su malestar emocional (49%) y el riesgo de desarrollar un problema emocional futuro (58%), así como incrementen su calidad de vida (10%), la resiliencia (61%), la capacidad para gestionar emociones intensas (15%) y su regulación emocional (18%).

Adicionalmente, las personas jóvenes en alto riesgo han tenido a su disposición PROCARE-I, una iniciativa de prevención indicada dirigida a jóvenes que evidencian síntomas emocionales incipientes y por tanto se encuentran en alto riesgo por desarrollar un trastorno emocional. A lo largo de 8 sesiones grupales, on-line o presenciales, se trabaja desde el enfoque transdiagnóstico para dotar a las personas jóvenes en alto riesgo de una serie de habilidades psicológicas eficaces para potenciar la resiliencia y su gestión emocional. Gracias a esta iniciativa, los adolescentes han reducido su malestar emocional (40%) y el riesgo de desarrollar un trastorno emocional (33%), así como aumentado su calidad de vida (12%), la capacidad para gestionar emociones intensas (6%) y su resiliencia (41%).

Ambas iniciativas son lideradas desde la Universidad de Jaén y cuentan con el apoyo de un consejo asesor externo formado por el Instituto de la Juventud (INJUVE) del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, el Consejo de la Juventud de España (CJE), el Grupo de Jóvenes de la FELGTBI+, la Asociación Española de Ayuda Mutua contra Fobia Social y Trastornos de Ansiedad (AMTAES) y la Confederación de Organizaciones de Psicopedagogía y Orientación de España (COPOE).

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este lunes 10 de octubre, Luis Joaquín García insiste en la importancia de la implementación de iniciativas como DAREMOS y PROCARE para mejorar la prevención y el abordaje de los problemas emocionales en los adolescentes. “El 50% del total de los problemas emocionales aparecen antes de los 14 años y se estima que más de un millón y medio de jóvenes en nuestro país sufren, o están en riesgo de sufrir problemas emocionales como la ansiedad o depresión”, indica. Por lo tanto, aboga por la necesidad urgente de invertir en la investigación prevención y promoción de la salud y el bienestar emocional de las personas jóvenes, ya que estamos ante una prioridad mundial, como bien se destaca en el lema de este año de esta efeméride”, concluye.