Las cámaras 3D y los sensores de esta instalación permiten a los investigadores de la Universidad de Granada monitorizar el movimiento de los deportistas.
La Universidad de Granada coordina una red especializada en deportes de invierno que usa nuevas tecnologías para la monitorización del rendimiento a través de sensores inerciales. Estos dispositivos ayudan a obtener información de variables biomecánicas (aceleraciones, velocidades o angulaciones), muy importantes en el análisis y optimización de la práctica deportiva y el comportamiento del material.
Aunque está especializada en deportes de invierno, y en concreto en el esquí alpino, esquí de fondo, biatlón y esquí de montaña, la red también trabaja la escalada y el tenis. Este proyecto se ha conseguido gracias a la subvención concedida por el Consejo Superior de Deportes en la convocatoria de Ayudas para «Redes de Investigación en Ciencias del Deporte» para el año 2021, Programa 336a, Concepto 453, a Universidades y Entidades Públicas para Programas de Apoyo Científico para el Deporte y Actividades Afines.
El coordinador de esta red es el profesor del Departamento de Electrónica y Tecnología de Computadores de la UGR, Miguel Ángel Carvajal Rodríguez. En la iniciativa también participa el Departamento de Educación Física y Deportiva de la Universidad de Granada con los profesores Francisco Javier Ocaña Wilhelmi y Pablo J. Gómez López.
Este proyecto ha conseguido aunar un grupo multidisciplinar de investigadores de diferentes instituciones: la UGR, la Universidad San Jorge, la Universidad de Cádiz, la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad Europea de Madrid.
Una de las instalaciones que emplea la red es el simulador de esquí de la Universidad de Granada (SkiingLab), situado en el Instituto Mixto Universitario Deporte y Salud (iMUDS). Se trata de una herramienta de alto valor a nivel docente e investigador. Su diseño no solo permite practicar el esquí de una forma muy similar a como se hace en las pistas de montaña, sino también trabajar la preparación física específica o monitorizar el rendimiento de los esquiadores.
El profesor del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR Pablo J. Gómez López, especializado en esquí alpino, detalla cómo la tecnología del simulador permite analizar “la inclinación o aceleración en la práctica del esquí, pormenorizando los puntos débiles del deportista para poder corregirlos”. La instalación dispone de cámaras 3D y de sensores inerciales, fundamentales para la precisa monitorización del movimiento de los esquiadores sobre la plataforma del simulador. Este tipo de trabajo no solo resulta importante para mejorar los movimientos y la técnica de quienes se suben a los esquís, también ayuda a evitar lesiones.
El estudiantado de la Facultad de Ciencias del Deporte aprende a utilizar las ventajas del simulador de esquí, obteniendo en su formación experiencia en una instalación única y de altas capacidades técnicas, elementos diferenciales en el desarrollo curricular. Las funcionalidades de este espacio van más allá de la práctica profesional del esquí. La instalación permite trabajar la preparación o readaptación física de una persona, planificando en ella ejercicios de fuerza y resistencia e incluso empleándola como herramienta de fitness.