El grupo de Ingeniería Química y Medio Ambiente (IMAES) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha obtenido más de dieciocho millones de financiación para desarrollar un proyecto de reciclado de residuos plásticos en la convocatoria del Programa Marco de Horizonte Europa y en colaboración con Repsol.
Con una duración prevista de cinco años y la colaboración de Repsol, la iniciativa se propone demostrar un nuevo proceso de reciclaje de plásticos basado en la pirólisis a alta temperatura, ya que el producto principal será una corriente de gas en lugar de un líquido, lo que reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida en más del 70 % en comparación con los procesos de reciclaje de plásticos existentes para residuos plásticos sin clasificar.
Una planta renovable, el objetivo principal del proyecto
Según explican los investigadores de la UCLM José María Monteagudo Martínez y Antonio Durán Segovia, el proyecto se materializará en dos pasos: primero, adaptando y probando una planta piloto a escala en el Laboratorio de Tecnología de Repsol para optimizar los componentes y las condiciones del proceso. En segundo lugar, una planta de demostración industrial pionera a gran escala en el sitio petroquímico de Repsol, que ser finalmente operado en una campaña de validación de seis meses.
Para optimizar la huella de carbono de una planta de este tipo, el proyecto diseñará y construirá un espacio que pueda ser totalmente electrificada con electricidad generada de forma renovable.
Este proyecto es el primero que obtiene la UCLM en el Programa Marco de Horizonte Europa y, además del grupo IMAES de la Escuela de Ingeniería Industrial de Ciudad Real, y de la empresa Repsol, involucra a otros once socios de siete países: Técnicas Reunidas, ETIA, VTT, Lafarge Holcim, PREZERO, CIEMAT, Smart Innovation Norway, Arttic, Denmark Technical University, SCGC Chemicals.
La convocatoria que financiará el proyecto se alinea con los objetivos del Pacto Verde Europeo y el plan de acción concreto de la UE para transformar la economía europea hacia una economía sostenible y circular para convertirse en climáticamente neutral para 2050 y asumir el liderazgo mundial en tecnologías respetuosas con el clima.