El cáncer de mama supone alrededor de un 30% de todos los tipos de cánceres, el segundo más frecuente tras el colorrectal. En el año 2021 se diagnosticaron en España un total de 34.750 nuevos casos de cáncer de mama, 12.800 en población trabajadora. La edad de máxima incidencia está entre los 45-65 años. La edad media de las pacientes en baja “laboral” por cáncer de mama es de 49 años. El 20% de los nuevos diagnósticos se dan en mujeres de menos de 45 años y subtipos de cáncer más agresivos.
Por ello, los directores de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora y Pericial de la Universidad Católica de Murcia han visto necesaria una especifica valoración del posible retorno al trabajo tras la baja laboral o de la situación de incapacidad permanente.
Su trabajo ha concluido con la elaboración de un ‘Manual de valoración de la capacidad/incapacidad laboral por cáncer de mama’, que ha sido revisado por la Sociedad Española de Patología Mamaria, y que presentarán esta semana en el 40º Congreso de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria, en la mesa redonda ‘Sobrevivir al cáncer de mama… ¿y después qué?
Los directores de la Cátedra son José Manuel Vicente, jefe de la Unidad Médica del Equipo de Valoración de Incapacidades del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Gipuzkoa, y Araceli López-Guillén, inspectora del mismo servicio, pero en Murcia. Afirman que el cáncer de mama causa largos periodos de incapacidad laboral temporal, que en un 24% son permanentes en algún grado “y el resto de los procesos, no tan graves o de mejor evolución y respuesta al tratamiento, que son la mayoría, presentan algún tipo de secuelas”.
Estas mujeres pueden sufrir “limitaciones funcionales del hombro o el brazo, o el linfedema, además de otras limitaciones más difíciles de acreditar de forma objetiva, aunque no por ello deben ser menospreciadas, como la astenia, las artralgias, el dolor en mama o brazo, las disestesias en manos y pies, los trastornos cognitivos (chemo brain: falta de atención, concentración, memoria, capacidad de ejecución, etc.) y los trastornos del ánimo”, afirman los doctores.
Además, destacan que la superviviente al cáncer de mama requiere especialmente la “reconstrucción psicológica”, ya que el 36% de ellas sufre depresión y precisa de apoyo psiquiátrico, y el 55% padece algún tipo de trastorno emocional por ansiedad o adaptativo, que precisa cuando menos de apoyo psicológico y de prescripción de ansiolíticos en alguna de las fases del tratamiento del cáncer. De ahí que sea necesaria una especifica valoración del posible retorno al trabajo tras la baja laboral o de la situación de incapacidad permanente.
Este ‘Manual para la valoración de la capacidad/incapacidad laboral por cáncer de mama’ refleja, con datos, el impacto laboral del cáncer de mama, y aborda la valoración multiaxial secuelar de los diferentes síntomas y disfunciones, su gradación, las escalas de aplicación, la metodología de valoración, la significación de tareas laborales comprometidas y cómo propiciar un retorno saludable y duradero o en su caso la correcta valoración de situaciones de incapacidad laboral.