La Universidad de Almería avanza en su consolidación como un referente internacional en el campo de la producción de microalgas marinas -usando aguas residuales, purines y aguas limpias y fertilizantes- para producir biomasa que tenga aplicación como bioestimulante o bioinsecticida para la agricultura y piensos para la aquicultura, que sean respetuosos con el medio ambiente. Y lo hace en el marco del proyecto SABANA para el que se han creado unas instalaciones, “que no tienen nada que envidiar a otras que puede haber en el resto del mundo”. Y en las que ya se han producido “los primeros lotes de muestras que estamos ensayando en campo”, tal y como señala el investigador principal del proyecto en la UAL, Francisco Gabriel Acién.
Uno de los objetivos del proyecto era implantar en el campus almeriense una planta demostrativa de todo esta tecnología. “Es una industria completa, a pequeña escala, que va a servir como campo de prácticas para nuestros estudiantes pero también para las empresas interesadas en desarrollar productos en este campo e investigadores de todo el mundo, que ya estamos recibiendo para hacer sus trabajos de investigación y de mejora de esta tecnología aquí”.
Las instalaciones cuentan con aproximadamente 5.000 metros cuadrados de sistema de cultivo de microalgas. La parte más novedosa del proyecto ha sido conseguir en estas instalaciones “integrar todo lo que es el procesado de la biomasa. En ellas cogemos la biomasa de estos cultivos de microalgas y mediante pequeños sistemas, que usan muy poca energía y que son muy sencillos, la transformamos en el producto final. Es decir, de la planta de la UAL salen ya los productos que pueden ensayar los agricultores en sus cultivos y la gente que trabaja en acuicultura con sus peces”, apunta Acién.
Algo que ha sido muy destacado por los evaluadores internacionales de Bruselas, designados por la Comisión Europea, llegados el miércoles para ver los trabajo que se realizan en la UAL en el marco del proyecto SABANA, y por la visita, este jueves, “de tres evaluadores internacionales que hemos designado nosotros por su calidad y experiencia, para que nos den su opinión en comparación de lo que se está haciendo en el resto del mundo en el tema de la biotecnología de microalgas, especialmente en las aplicaciones en agricultura y aquicultura”.
El proyecto internacional SABANA, está liderado por la Universidad de Almería, institución que lleva más de 20 años trabajando en el campo de la biotecnología de microalgas en diferentes aplicaciones. En los próximos dos años y medio el objetivo, señala Francisco Gabriel Acién, es “conseguir que las dos empresas implicadas en el proyecto, Biorizón Biotech y Aqualia, instalen ya sus plantas productivas utilizando esta tecnología”. Se trataría de una planta de una hectárea que irá al lado de la Universidad de Almería y una de cinco hectáreas cuya ubicación está por decidir. “Pueden ser una plataforma de lanzamiento muy importante para esta tecnología, sobre todo en Almería, que reúne las cualidades adecuadas en cuanto a condiciones climáticas, de disposición de personal y calidad de los investigadores”, señala Acién.
El proyecto SABANA está financiado por la Unión Europea dentro del programa “Blue Growth”, enfocado al uso sostenible de los recursos marinos.