El hall del Aulario IV de la Universidad de Almería acoge desde este viernes, 12 de mayo, la exposición de astrofotografía con las 20 capturas que fueron premiadas en el II Concurso Europeo de Astrofotografía y Time Lapse Calar Alto 2017. El director del Aula de Astronomía de la UAL, Jorge Iglesias, astrónomo del IAA-CSIC; y el director de Promoción cultural del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deportes, Blas Fuentes, han sido los encargados de inaugurarla.
La actividad ha sido organizada desde el Aula de Astronomía de la UAL en colaboración con la Asociación Amigos del Observatorio de Calar Alto y la Asociación Orión. En palabras de Blas Fuentes “cada fotografía es para disfrutarla, para echarle un ratito. Yo que he tenido la oportunidad de verlas en pantalla, os digo que merece la pena venir y sobre todo ver cómo se han hecho porque cada fotografía viene acompañada de un cartel con su autor y técnicamente cómo está realizada, sin ocultar nada, incluso el software que se ha utilizado para finalmente lograr ese resultado”.
El director de Promoción cultural del Vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deportes de la UAL ha destacado que “para nosotros es muy importante acercar el cielo nocturno de Almería a la comunidad universitaria en general y a la ciudadanía porque tenemos un observatorio como el de Calar Alto que hay que poner en valor”. Y ha añadido que “cada vez tiene mayor importancia que seamos conscientes de lo que estamos haciendo con nuestro cielo. Un cielo que era magnífico allá por los años en los que se instaló el Observatorio y que poco a poco la contaminación lumínica lo está empeorando”.
Por su parte, el director del Aula de Astronomía y astrónomo del IAA-CSIC, Jorge Iglesias, ha indicado que “este concurso es parte de la política de comunicación social de la Ciencia que lleva a cabo tanto la Asociación de Amigos de Calar Alto y de Orión, como el Aula de Astronomía de la UAL y el propio Observatorio”. Y ha señalado que “el premio gordo del concurso es observar con el telescopio de 1,23 metros durante tres noches. Es dar el salto de aficionado a profesional, y yo creo que eso es el mejor regalo que se le puede hacer a un fotógrafo aficionado”.