Este miércoles ha comenzado en la sede de la Universidad de Mayores un proyecto sobre alimentación saludable y personas mayores de 65 años. Se trata de CESPORT, puesto en marcha por el grupo de investigación Laboratorio de Antropología Social y Cultural, para ver los beneficios de las hortalizas de Almería en la salud de este grupo de población, estudiando todos los factores que intervienen desde su producción al consumo final.
Durante cuatro meses, cada miércoles se les entregará a los participantes una cesta de productos y se les dará pautas de alimentación y pautas saludables para llevar a cabo este programa. “Uno de los pilares que tiene la Universidad de Mayores es la investigación, como parte de la UAL, y si esa investigación va unida a posibles beneficios para nuestros estudiantes, es bien acogida. Hoy es el primer día con la entrega de las primeras cajas con verduras y, la verdad, es que ha sido un éxito en cuanto a participación por parte de nuestros estudiantes, con más de medio centenar. Este tipo de proyectos benefician tanto a la UAL como a las empresas y a la salud de nuestros mayores”, ha explicado Antonio Codina, director de la Universidad de Mayores, durante la puesta en marcha de este proyecto.
Se trata de un trabajo interdisciplinar, tal y como ha indicado Montserrat Montserrat, miembro del grupo de investigación Laboratorio de Antropología Social y Cultural de la UAL y responsable del proyecto CESPORT. “El proyecto surge de otro que se realizó el pasado año sobre cómo debían alimentarse las personas mayores de 65 años para mejorar su alimentación en cuanto al consumo de nutrientes y prevenir enfermedades no transmisibles. Pero este año damos un paso más con la colaboración de la Universidad de Mayores, la Cátedra del Agua en Agricultura, Regadío y Alimentación y Coprohníjar para realizar un trabajo interdisciplinar”.
Qué novedad plantea este estudio sobre salud y consumo de frutas y verduras
En este estudio sobre salud y consumo de frutas y verduras participan 50 personas en el grupo experimental y 30 en el grupo de control. El objetivo es “ir más allá de los estudios que ya existen sobre los beneficios del consumo de hortalizas en la salud o a nivel agrónomo de cómo determinados alimentos tienen determinados nutrientes. Queremos hacer algo innovador que abarque desde el inicio del proceso de producción (el agua que se utiliza, el suelo, etc.) y cómo esos productos afectan a las personas que los consumen”.
Para ello, “se analizarán los alimentos, el tipo de regadío utilizado, el suelo y los nutrientes de los alimentos que van a ingerir los voluntarios para ver, entre otras cosas, la existencia o no de determinados residuos. Además, a los participantes se les harán pruebas sobre su estado digestivo, la prevención de enfermedades cardiovasculares y análisis específicos sobre el deterioro cognitivo”.
Cada miércoles se les entregará una caja con alimentos que los investigadores consideren que tienen factores protectores frente a determinadas enfermedades y se les dará charlas sobre tipo de cocinado, así como recetas. “Es importante el consumo, pero también lo es el proceso de cocinado para que pierdan el mínimo de nutrientes, siempre basado en la dieta mediterránea”, ha puntualizado la investigadora.
Por su parte, José Antonio Salinas, director de la Cátedra del Agua en Agricultura, Regadío y Alimentación de la Universidad de Almería, ha destacado que “desde la Cátedra tenemos el objetivo, a través de este proyecto, de demostrar que los productos hortofrutícolas de Almería tienen la calidad suficiente para contribuir a la salud de la personas tanto en cuanto que lo que se produce en la provincia son productos de primerísima calidad, y que están recomendados por la FAO. La combinación entre producción, tecnología de producción y salud es fundamental para mejorar este modelo global de agroalimentación. Es importante contribuir a dar a conocer que nuestros productos aportan, además de calidad en términos integrales, una componente de salud y que mejoran la calidad de vida”. Además, ha indicado que la relevancia del consumo de productos hortofrutícolas en una buena salud es de sobra conocida, pero “de lo que se trata ahora es de demostrar que en Almería se producen estos productos de forma sostenible y saludable para su consumo en el mercado, fundamentalmente europeo”.
Por último, Sergio Rivas, responsable de marketing de Coprohníjar, ha agradecido formar parte de este proyecto. “Dentro de nuestros planes sociales se encuentra la colaboración con la investigación. Ya hemos colaborado con la UAL en otras iniciativas y este es un proyecto que se vincula con la línea social que tiene la cooperativa. Estamos encantados de participar en este proyecto y esperamos seguir haciéndolo en otros en el futuro”.
El proyecto CESPORT tiene un período de ejecución de 4 meses. Pasado este tiempo y en función de los resultados, los responsables no descartan extrapolar en un futuro esta investigación a otros grupos de edad.