La tercera semana de Cursos de Verano en la Universidad de Almería tiene entre sus cursos más destacados uno centrado en la Bioeconomía, un concepto muy utilizado actualmente, por el que diversas instituciones y organismos están apostando fuerte, como es el caso de la UAL. El curso de verano ‘Bioeconomía como nuevo paradigma de desarrollo sostenible’, ha sido calificado por el rector Carmelo Rodríguez como ‘uno de los cursos estrella’ y ejemplo del “espíritu con el que se diseñan, por ser de temática de máxima actualidad que preocupa no solo en el ámbito económico sino a la sociedad, por tener un elenco de especialistas en la materia de reconocido prestigio nacional e internacional y por contar con implicación de otras instituciones como son el PITA, la Fundación Cajamar y el IFAPA”.
Rodríguez Torreblanca ha matizado que “no es una rama de la teoría económica, sino un campo de estudio multidisciplinar en el que participan además de economistas, científicos de otras áreas como ingenieros químicos y agrónomos, biólogos, físicos…”. Ha puntualizado también que “la bioeconomía surge por la necesidad de cambio de los actuales sistemas de producción hacia procesos más sostenibles, de pasar de una economía más basada en el petróleo a una economía basada en los procesos biológicos”. El rector se ha referido en la inauguración a las más diversas “estrategias de avance en este campo, que no siempre tienen que ser iguales porque en si es un proceso dinámico”, y ha repasado todos los retos que hay que afrontar y que se analizan en este curso “con una visión europea, así como local, regional y nacional de los nuevos desarrollos que en este campo se están produciendo”.
El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha recordado que “nuestro sector agroalimentario está obligado a dar respuesta al reto de la transición hacia la bioeconomía y la economía circular”, y ante ello el gobierno autonómico trabaja en facilitarla al crear “las herramientas adecuadas mediante la Estrategia Andaluza de Bioeconomía”. Rodrigo Sánchez ha dicho al respecto que “se va a dar a conocer durante este curso” y ha añadido que el Proyecto de Ley de Agricultura y Ganadería andaluz “incluye entre sus disposiciones el uso adecuado de los recursos biomásicos el sector agrario y de su industria”. Ha habido “actuaciones previas”, como la consideración de “Andalucía, región demostrativa en química sostenible en Europa”, y una decena de proyectos y eventos enumerados por el consejero, encaminados al “impulso a la innovación”. Ha facilitado el dato de que “las 40.000 hectáreas de invernadero generan el 15% de la biomasa agrícola” y ha anunciado “nuevos modelos de negocio para la industria agroalimentaria”. Se promoverán “mercados de destino para los bioproductos”.
Roberto García, director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, ha querido “poner en valor el elevado nivel de los ponentes”, y en ese sentido ha ido cerrando el contexto para describir que “Europa ha sido pionera, y en el trabajo que se hizo desde la UE hubo dos piezas clave, ambas presentes en el curso como son Christian Pattermann y Alfredo Aguilar –uno de los directores del mismo junto a Francisco Gabriel Acién-, Alemania ha ido marcando el paso, España ha sido seguidor muy destacado al ser de los primeros países en diseñar su Estrategia sobre bioeconomía, y su director está en el curso también –Manuel Laínez-, y Andalucía es la comunidad que va marcando el camino”. Sobre Cajamar, ha dicho que siempre ha tenido “una especial sensibilidad con aquellas líneas pioneras, con componente de conocimiento y que podrían generar actividad económica y empleo, y sobre todo mejorar la calidad de vida de todos”, como es el caso: “La bioeconomía ha ido acompañándonos a lo largo de nuestra historia”.
En ese sentido, y tras hacer referencia al único libro sobre el tema que se ha editado en España y que es obra de Cajamar, ha efectuado el final de su ‘recorrido’ de Europa hasta lo más cercano asegurando que “nos debe enorgullecer que si hay una provincia en la que la bioeconomía tiene una especial relevancia, esa es Almería, con un modelo exportable y pocas regiones del planeta tan eficientes como ella en la producción de tantos alimentos con tan pocos recursos”. El 40% del PIB de la provincia lo genera el sector agroalimentario, que cuenta con el PITA como gran aliado, tal y como ha dejado claro su presidenta, Gracia Fernández, delegada del Gobierno de la Junta: “El Parque Científico Tecnológico de Almería está llamado a ser el parque tecnológico de referencia en bioeconomía en ámbito europeo, y en él contamos con las empresas más punteras y además celebramos tener colaboración directa con la UAL en investigación básica y aplicada”.