Durante el pasado mes de noviembre la Universidad de Alicante estuvo colaborando con la de Jaén en el proyecto de excavación arqueológica de la necrópolis de Qubbet el-Hawa, en la ciudad egipcia de Asuán. Es la primera vez que se aplican técnicas geofísicas para localizar nuevos enterramientos.
Esta colaboración se plasmó en el trabajo realizado por el técnico superior del Departamento de Ciencias de la Tierra, Juan Luis Soler Llorens quien, junto a José Antonio Peláez, profesor titular de Física de la UJA y Rashad Fewriz Zaky Sawires, se incorporó a la campaña de este año con el fin de realizar un sondeo terrestre con un radar a una zona de más de 30.000 metros cuadrados.
Tal y como explica Soler, es la primera vez que se aplican técnicas geofísicas en este proyecto, que lleva en marcha desde 2008. “En este caso concreto se ha realizado una prospección con Ground Penetrating Radar o como comúnmente se le denomina “Georradar” para la búsqueda de tumbas, enterramientos u otras estructuras que actualmente puedan estar bajo la arena sin descubrir”.
Juan Luis Soler explica que para llevar a cabo estas prospecciones es necesario delimitar las zonas para realizar en su superficie perfiles transversales con el georradar: “Al emitir una onda electromagnética tendremos como resultado una radiografía del suelo que indica las variantes del terreno y las posibles anomalías, que pueden significar la existencia de construcciones enterradas”.
Estas “radiografías” también se llevaron a cabo dentro de las tumbas aunque, debido a un contratiempo, el equipo de sondeo no pudo finalizar todo el trabajo planificado: “Hubo un día una gran tormenta de arena y lluvia que nadie esperaba y a consecuencia de ello el terreno se humedeció. Cuando el suelo está mojado las ondas no penetran y, por lo tanto, no pudimos completar la toma de datos en algunas zonas”, cuenta el técnico de la UA, quien espera poder volver a Egipto para terminar su labor.
“Ha sido una experiencia única tanto profesional como personalmente ya que trabajar en un grupo disciplinar y en ese entorno es muy enriquecedor”, comenta, quien asegura que “toda esta aventura no habría sido posible sin la ayuda de Alice Giannetti, directora del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la UA, que me animó a que participará en el proyecto. Además, agradezco la confianza depositada en mí por mi compañero José António Peláez Montilla, profesor titular del área de Física de la Tierra de la Universidad de Jaén, y el apoyo del director del Proyecto Sube el-Haga, Alejandro Jiménez Serrano. Él y todo su equipo me acogieron con los brazos abiertos en su grupo de trabajo”.
Necrópolis de Qubbet el-Hawa
La necrópolis de Qubbet el-Hawa se halla justo en frente de la moderna ciudad de Asuán, unos mil kilómetros al sur de El Cairo. En ella se han encontrado a lo largo de diferentes campañas de excavación unas 60 tumbas talladas en la roca de la colina, algunas de las cuales no han sido investigadas nunca.
Tal y como se explica en la página web del proyecto, la mayor parte de las tumbas pertenecieron a los nobles del Reino Antiguo y del Reino Medio (2600-1750 a. C.), aunque hay algunas tumbas de época posterior. En ellas, se han encontrado inscripciones de suma importancia para la Historia no sólo de Egipto, sino de toda la humanidad. Así, en la tumba del gobernador Herjuf (2200 a. C.) se narran los tres viajes que éste realizó al centro de áfrica, en uno de los cuales llegó a traer a un pigmeo; ello supone la mención más antigua de este grupo étnico. Además, en otras inscripciones se narran las relaciones de Egipto con la vecina región de Nubia (actual Sudán) a lo largo de casi un milenio.