La Bahía de Mazarrón constituye un entorno rico de vida marina en el que confluye además una importante actividad pesquera. Investigadores del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante trabajan, desde 2018, en el proyecto CAMONMAR para mejorar la gestión del área de Cabo Tiñoso y los valles submarinos del Escarpe de Mazarrón y para avanzar en la información disponible de zonas poco estudiadas como el Seco de Palos y el ‘campo de pockmarks’.
En concreto, en la colaboración Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, a través del Programa pleamar cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP), el equipo liderado por la bióloga de la UA Francisca Giménez acaba de finalizar la fase CAMONMAR3.
Con una duración de un año, los investigadores han actualizado la información sobre la presencia de especies clave y el impacto ambiental generados por las diversas actividades humanas en la Zona de Especial Conservación ‘Valles sumergidos del Escarpe de Mazarrón , el Seco de Palos y el ‘campo de pockmarks’. Para ello, además se han identificado las presiones presentes en el área de estudio y se han realizado más de 70 encuestas a pescadores participantes en la competición ‘Open Nacional de pesca al lanzado Bahía de Mazarrón´ celebrada el pasado mes de noviembre de 2019 para el estudio de la presión de la pesca recreativa. “Uno de los resultados más importantes que hemos obtenido de análisis es la categorización y cuantificación de la biomasa extraída. En total, se pescaron un total de 1.010 ejemplares de 24 especies diferentes”, explica Giménez. La especie más abundante fue la oblada (Oblada melanura), pez forma ovalada y color gris plata, con una mancha negra en la base de la aleta caudal rodeada por un anillo blanco. Su tamaño habitual es de 20 centímetros.
Itinerarios divulgativos
Una de las bases de los proyectos CAMONMAR es la realización de actividades de divulgación para da a conocer la biodiversidad marina y concienciar sobre la importancia de proteger este entorno natural y cultural. En esta ocasión, se han llevado a cabo nuevos itinerarios ambientales en el que ha participado 177 personas: dos en la modalidad de snorkel en el Puerto de Mazarrón y en Águilas para conocer las especies y restos marinos presente en playas más urbanizadas, y un itinerario terrestre el que se recorrió el municipio de Águilas y se visitó la lonja de pescado musealizada.
Avances científicos
A nivel científico, los expertos de la UA han identificado nuevas presiones antrópicas presentes en la zona y se ha establecido una metodología de estudio de indicadores del estado de conservación de los elementos claves de la zona de estudio (especies y hábitats, y como novedad, pesca artesanal mediante el modelo de análisis DPSIR (Driving force, Pressure, State, Impact and Response), cuyas siglas en inglés significan factor determinante, presión, estado, impacto y respuesta. En este sentido, los avances del proyecto se han transferido a gestores del espacio de estudio de ámbito nacional y autonómico a través de la organización GBIF —Infraestructura Mundial de Información en Biodiversidad—. Se trata de una entidad internacional y una red de investigación financiada por gobiernos de todo el mundo destinada a proporcionar a cualquier persona, en cualquier lugar, acceso abierto y gratuito a datos sobre cualquier tipo de forma de vida que hay en la Tierra.
Por otro lado, durante el desarrollo de CAMONMAR3 se ha actualizado la información incluida en el Sistema de Información Geográfica (SIG) creado en CAMONMAR2, con información sobre el avistamiento de especies, geología, batimetrías, temperatura del agua y se ha profundizado en el análisis de las presiones en el área.
El equipo de trabajo ha estado formado por las investigadoras del Departamento de Ciencias del Mar y Biología Aplicada de la Universidad de Alicante Francisca Giménez, Yoana del Pilar, Yolanda Fernández , Isabel Abel, Rosa Canales y Elisa Arroyo y el investigador Alfonso Ramos.