El agua ha empezado a cotizar esta semana en el mercado de futuros de Wall Street. Cotizan sus derechos de uso, noticia que puede inquietar a la ciudadanía. La pobreza hídrica, asociada a la capacidad de pago de las facturas con el consiguiente resultado de posibles cortes en el suministro, es el tema que estudia el grupo de investigación de la Universidad de Alicante Agua y Territorio.
Perteneciente al Instituto Interuniversitario de Geografía, el grupo ha iniciado el Proyecto “Evaluación de la pobreza hídrica en entornos urbanos del litoral mediterráneo: estudios de caso (Alicante, Murcia y el área metropolitana de Barcelona), dirigido por María Hernández Hernández, catedrática de Análisis geográfico regional y geografía física de la UA. Este proyecto, en el que colaboran la UMU y la UAB, finalizará en mayo de 2023.
Junto con la pobreza energética, la pobreza hídrica afecta a un número creciente de hogares que ven amenazado el suministro de un bien básico como el agua. En el contexto de los países desarrollados, la pobreza hídrica aparece no tanto como un problema de acceso como de asequibilidad o capacidad de pago de las facturas con el consiguiente resultado de posibles cortes en el suministro. En España, la pobreza hídrica aparece con fuerza a raíz de la crisis económica de 2008 y sus efectos devastadores en el bienestar de muchas familias, combinada con el elevado aumento del precio del agua.
El principal objetivo del proyecto es definir qué se entiende por pobreza hídrica; además, los investigadores van a analizar y diagnosticar los impactos que, desde el punto de vista de la población, tiene la cuestión de pobreza hídrica, como es hacer frente al pago del agua; estimar, de manera cuantitativa, umbrales de situaciones de pobreza hídrica en los hogares para caracterizar otras dimensiones y analizar la intersección de factores de vulnerabilidad en los hogares; o analizar las estrategias de adaptación por parte de hogares, instituciones, empresas y colectivos de la sociedad civil, entre otros.
Parten del supuesto que la pobreza hídrica abarca varias dimensiones, no solo la económica; se caracteriza, también, por una causalidad múltiple en la que interactúan factores económicos, demográficos, sociales o de género y está generando respuestas por parte de los propios afectados, así como por instituciones, empresas de servicios de agua y ONGs.
En último término se enfoca en el análisis de las estrategias de adaptación por parte de hogares, instituciones, empresas y colectivos de la sociedad civil. María Hernández, concreta que estos días están haciendo el análisis de pobreza hídrica a nivel local, en los municipios de Alicante, Murcia y el área metropolitana de Barcelona. La finalidad última, concreta la catedrática, “es una finalidad aplicada y con datos reales, para que los políticos sepan cómo actuar en su gestión”.
Con este estudio se espera aumentar la comprensión de este fenómeno en el contexto de un país mediterráneo muy afectado por una grave crisis socioeconómica y utilizar los conocimientos adquiridos para minimizar el impacto de este fenómeno en el bienestar de los hogares afectados.
El proyecto está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, dentro del Programa estatal de Generación de Conocimiento y Fortalecimiento Científico y Tecnológico del Sistema de I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad en su convocatoria 2019. Participan, además, las universidades de Murcia y Autónoma de Barcelona.
Antecedentes
El proyecto recién iniciado se sustenta en varios precedentes. La colaboración entre investigadores del grupo de Investigación “Agua y Territorio” con miembros del Departamento de Geografía de la Universitat Autónoma de Barcelona en un proyecto financiado por Aguas de Alicante (AMAEM), en 2016, donde se estudiaba el descenso del consumo de agua en la ciudad de Alicante y en el Área Metropolitana de Barcelona y lo vinculaba no solamente a factores naturales como las sequías, sino también a factores sociales como la crisis económica iniciada en 2008.
Más adelante, la participación de la investigadora principal, María Hernández, en una red de Excelencia financiada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICINN) para el periodo 2018-2020 sobre pobreza hídrica, red en la que participaron varias universidades españolas: Universidad Politécnica de Cataluña, Universitat Oberta de Cataluña (UOC), Universidad de Sevilla, Universidad de Oviedo, Universidad de Granada y Universidad Jaume Primer de Castellón. En esta red, la UAB y la UA han coordinado el grupo de trabajo denominado “Estado de la Pobreza Hídrica en España”.