Este estudio abre una línea de trabajo nueva, sobre mujer y deporte en la Universidad de Alicante.
Con la investigación doctoral Comparación del rendimiento físico y técnico en diferentes fases del ciclo menstrual en deportistas de gimnasia rítmica de nivel nacional, de la profesora Carmen Ruano Masiá, se inicia en la Universidad de Alicante una nueva línea de investigación sobre el entrenamiento deportivo en la mujer.
En ella, Ruano ha estudiado las diferencias en las fases del ciclo menstrual, un tema que, tal y como ella relata “surge ante la inexistencia de estudios sobre el rendimiento deportivo en la mujer ya que la mayoría están hechos con muestras masculinas”.
Una idea que apoya y apuntala Roberto Cejuela, director del secretariado de Deportes de la UA, quien opina que “el entrenamiento en mujeres, el 50% de la población, está muy poco estudiado” y por ello considera que “es necesario conocer cómo afecta a sus condiciones físicas, fisiológicas y psicológicas”. “Es un orgullo para nosotros que una mujer, una profesora de la UA sea la primera en realizar este estudio”, asegura.
En concreto, la profesora del grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, ha realizado dos estudios complementarios.
Con el primero, se pretendía comprobar la existencia de diferencias en los principales factores de rendimiento físicos, fisiológicos y antropométricos entre las fases folicular y lútea y relacionar estos resultados con la presencia de un mayor o menor número de síntomas premenstruales en gimnastas de nivel nacional.
En su realización participaron 16 deportistas, que contestaron en ambas fases del ciclo encuestas sobre los síntomas, realizaron test de equilibrio, capacidad de salto, velocidad, fuerza, resistencia y flexibilidad; además se llevó a cabo una valoración antropométrica y de la composición corporal y un test de campo en el que se registró la frecuencia cardiaca y los niveles de lactato durante la ejecución de un ejercicio de competición. Como resultado, tal y como cuenta la investigadora, “a pesar de que la mayoría de las gimnastas sí mostraron síntomas premenstruales en mayor o menor medida, no se hallaron diferencias significativas entre fases en ninguno de los factores evaluados en ninguno de los casos”.
Por otra parte, el segundo estudio tenía como finalidad comprobar la existencia de diferencias de rendimiento técnicas y en la percepción del esfuerzo tras los entrenamientos en las gimnastas entre las fases folicular y lútea del ciclo menstrual, así como entre las fases folicular, ovulatoria, lútea, premenstrual y menstrual.
En esta ocasión participaron 19 gimnastas, que registraron durante dos ciclos consecutivos los fallos cometidos en cada repetición del ejercicio competitivo en los entrenamientos, así́ como en la duración de los mismos y la percepción subjetiva del esfuerzo.
Como resultado, Ruano explica que entre las fases folicular y lútea no hubo diferencias significativas en ninguno de los parámetros pero que, por el contrario, al comparar entre las cinco fases del ciclo, la fase menstrual mostró valores significativamente mayores en los errores técnicos en comparación con las demás fases salvo la fase premenstrual, así́ como una mayor percepción del esfuerzo tras sesión en comparación con las demás en especial con la fase folicular, lo que incrementó el índice de carga en la fase menstrual en comparación al resto.
Esto se vio ligado a la presencia de síntomas premenstruales en casi la totalidad de las gimnastas evaluadas, aunque estos síntomas fueron leves en su mayoría.
De todo ello, las principales conclusiones derivadas de la presente tesis sugieren la ausencia de diferencias en los factores antropométricos, físicos y fisiológicos entre las fases folicular y lútea en gimnastas de nivel nacional, que no se ven afectados por la existencia o no de síntomas premenstruales.
Tampoco existen diferencias entre estas fases en el rendimiento técnico o la percepción subjetiva del esfuerzo, pero la fase menstrual sí muestra diferencias significativas con las demás en estos dos últimos factores, de manera que en ella los errores técnicos y la percepción del esfuerzo se ven incrementados.
Todo esto está relacionado con la sintomatología, especialmente psicológica, experimentada por las gimnastas en esta fase. No obstante, las elevadas diferencias interindividuales halladas en todos los casos apuntan a que la influencia del ciclo es un factor muy individual, por lo que habría que evaluar de manera particular a cada gimnasta.
El hecho de que la gimnasia sea un deporte en el que el componente psicológico juega un factor clave explica las diferencias en el rendimiento técnico entre fases a pesar de no existir diferencias en el rendimiento físico.
Conclusiones del estudio sobre entrenamiento de las gimnastas
Las conclusiones de este estudio pueden tener varias aplicaciones prácticas en el ámbito del entrenamiento deportivo en gimnasia rítmica de nivel nacional.
Tal y como apunta la investigación, aunque el ciclo menstrual no parece afectar en el rendimiento físico ni en la composición corporal de las gimnastas, es importante tener en cuenta el ciclo menstrual a la hora de planificar el entrenamiento y conocer cómo el ciclo afecta a cada gimnasta de manera individual.
La profesora señala en la investigación que durante este tiempo podría ser recomendable, si existen síntomas, que la intensidad del entrenamiento sea algo menor, siempre teniendo en cuenta la percepción y el estado de la gimnasta por lo que es necesario mantener una comunicación constante entre la deportista y la persona que la entrene.
“Se pueden entrenar todas las capacidades físicas, pero con menor carga y sobre todo con diferentes objetivos: en las fases con sintomatología premenstrual/menstrual, los objetivos deberían ser más cuantitativos (por número de repeticiones), mientras que en las demás fases sí se puede trabajar con objetivos cualitativos (conseguir un número determinado de repeticiones sin fallos, o con un número prefijado de los mismos), pudiendo incrementar además la intensidad en la fase folicular”.
El camino trazado por el presente estudio se abre a futuras investigaciones sobre la relación del ciclo menstrual en el rendimiento deportivo. Así, la profesora Ruano apunta a la ampliación de la muestra del mismo, la medición en un período más largo de tiempo y a la evaluación del rendimiento físico y fisiológico en un mayor número de fases. Además, también se deriva una línea de investigación relacionada con la planificación del entrenamiento deportivo en base al ciclo menstrual en gimnasia rítmica ya que no se encuentran por el momento estudios realizados al respecto.