Los investigadores del Grupo de Petrología Aplicada del Departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad de Alicante (UA), David Benavente y Noé García-Martínez, participan en una campaña de muestreo de flujo de gases y calor en el volcán Monte Edgecumbe, situado en la isla de Kruzof (Alaska). «El volcán se encuentra actualmente en un periodo de reposo, idóneo para investigar su nivel de actividad. Cualquier posible actividad precursora de erupciones volcánicas es la manifestación superficial de procesos subterráneos, detectándose principalmente con técnicas geofísicas y geoquímicas», explica Benavente.
La investigación en la que se enmarca esta colaboración internacional ha sido liderada por Társilo Girona, del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks, a través de un proyecto de la NASA “Large-scale thermal anomalies on volcanoes and their potential as a precursor to eruptions”, donde se utiliza la teledetección en el espectro infrarrojo térmico para estudiar las emisiones difusas de calor con el objetivo de detectar erupciones volcánicas. Sin embargo, pese a esta potencialidad para la detección temprana de erupciones volcánicas a partir del análisis de las anomalías térmicas superficiales, los mecanismos asociados a la reactivación volcánica que generan manifestaciones superficiales no se conocen debido a su complejidad.
La campaña de campo se ha centrado en la medida de flujos de calor y de gases como el dióxido de carbono y el radón (CO2 y 222Rn), así como la caracterización geoquímica del origen del gas a partir del análisis de la señal isotópica del carbono-13 (13C). Las medidas han sido realizadas en base a los datos previos obtenidos vía satélite en el volcán Monte Edgecumbe y en las playas y lagos de la isla Kruzof. «Es un lugar de una belleza extraordinaria, de paisajes impresionantes con la compañía inseparable de águilas y una población peligrosamente numerosa de Grizzlies», detallan los investigadores de la UA.
Los resultados obtenidos servirán para entender los diferentes mecanismos que controlan el transporte de gases y calor a través de suelos y rocas durante la desgasificación difusa como precursor de erupciones volcánicas observables vía satélite en el espectro infrarrojo térmico. «Todo ello permitiría no solo identificar procesos de reactivación volcánicos o hidrotermales, sino avanzar en el conocimiento de emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al vulcanismo y exploración de energía geotérmica» apuntan.
El equipo internacional está integrado por Társilo Girona, Taryn Lopez, Claire Puleio y Valerie Wasser del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks, Carlo Cardellini de la Universidad de Perugia (Italia) y por David Benavente y Noé García-Martínez de la Universidad de Alicante.