La utilización masiva de dispositivos electrónicos y digitales ha cambiado la sociedad. Ha facilitado una cantidad enorme de tareas, permite acercarse a una movilidad sostenible y libre de humos, así como generar electricidad con métodos renovables. Para la construcción de todo este tipo de dispositivos se emplean lo que se conoce como materiales críticos, materias primas difíciles de conseguir y también muy caras. Al , cuyo tratamiento y reciclado de estos materiales críticos ha contribuido un equipo científico español, con el diseño de la primera planta piloto de Europa para reciclar metales críticos utilizados en la fabricación de dispositivos electrónicos.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) se encarga de dirigir este trabajo, en el marco del proyecto RC-Metals, con el que se está construyendo una planta piloto única en Europa (ISASMELTMF600) para la recuperación de estos materiales tan valiosos.
Cómo se recuperan materiales críticos en esta planta piloto
En esta planta para la recuperación de materiales críticos se emplean procesos con diferentes tipos de tecnologías como la fusión de metales en baño fundido. Y con ella se pretende avanzar el conocimiento científico y tecnológico para contribuir a disminuir la generación de residuos y la importación de materias primas críticas.
“Puede haber problemas de suministro de algunos metales debido a la velocidad con la que los estamos consumiendo”, explica el principal investigador del proyecto para el reciclado de metales críticos RC-Metals, Félix Antonio López, investigador del CSIC en el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas (CENIM-CSIC).
Por qué se necesita reciclar los metales usados en dispositivos electrónicos
“La transición energética está exigiendo un elevado consumo de materias primas y, al mismo tiempo, Europa produce dos millones de toneladas al año en residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, lo que equivale a 16,2 kg por persona, la tasa más alta del mundo. Estos residuos contienen metales valiosos que tenemos que recuperar”, expone López.
Debido al papel vital que juegan estos metales en la transición energética, López señala que la dependencia de las tierras raras se incrementará en un futuro. “El cobre es un metal esencial en la electrificación y descarbonización de la economía”, apunta el científico, “también en la movilidad, de las baterías de los vehículos eléctricos a la energía solar fotovoltaica”.
El desarrollo de la infraestructura del Proyecto RC-Metals cuenta con financiación del Ministerio para la Transición Ecológica, del CSIC y la empresa Atlantic Copper. Además, gracias a Acuerdos Marcos de Colaboración, participan también las empresas Albufera Energy Storage, Colorobbia, Tatuine, Clemente Román, S.L., Técnicas Reunidas, la Universidad de Zaragoza y la Fundación Circe.