Como resultado de un proyecto avalado por el Vicerrectorado de Cultura, Deporte y Responsabilidad Social, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha activado un plan que contempla, entre otras iniciativas, concienciar a consumidores y propietarios de las cafeterías de todos los campus y sedes sobre la reducción del desperdicio alimentario, fomentar la cocina de aprovechamiento, incentivar la investigación sobre la reducción del desperdicio alimentario y promover un reconocimiento de buenas prácticas para las cafeterías más concienciadas.
Estas y otras propuestas fueron presentadas por el equipo investigador, coordinado por la profesora Rocío A. Baquero Noriega, en la jornada de sensibilización ‘Menos desperdicio, más futuro’, dirigida a toda la comunidad universitaria y en la que también participaron el decano de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica, Enrique Sánchez Sánchez, y el vicerrector de Cultura Deporte y Responsabilidad Social, César Sánchez Meléndez. Además de presentar las propuestas de la UCLM para evitar el desperdicio alimentario, la jornada incluyó una charla informativa sobre las causas y las consecuencias del desperdicio alimentario a cargo de la profesora Ana Carretero, vocal del Foro Regional de Reducción del Desperdicio Alimentario, y una sesión en la que se expuso el diagnóstico realizado en las cafeterías universitarias de los distintos campus.
“La pérdida y el desperdicio de alimentos es un grave problema a nivel mundial con graves consecuencias ambientales, sociales y económicas. La reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos es un reto a nivel mundial incluido en la Agenda 2030”, indica la profesora Baquero. España ha comenzado a desarrollar estrategias y planes orientados a su reducción, al que se suman regiones como Castilla-La Mancha con normativas pioneras. “Con el fin de apoyar y cumplir dichas normativas, la UCLM ha realizado un diagnóstico de la pérdida y desperdicio alimentario asociado a los
servicios de cafetería y restauración presentes en los campus de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo”, apunta.
El proyecto que ha permitido realizar este diagnóstico ha recibido financiación de la Dirección General de Agenda 2030 y Consumo de la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, que en marzo de 2023 convocó subvenciones para el desarrollo de proyectos en materia de consumo responsable.