Cinco solistas de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) han sido los encargados de interpretar estas piezas, con su propio director, Michael Thomas, y su concertino, José Vélez, ambos al violín; así como Humberto Armas a la viola; Israel Fausto al chelo y Josep Sancho al clarinete, en la segunda parte del concierto.
Un recital que, además de la calidad de las piezas interpretadas y de la maestría de los propios músicos protagonistas, ha tenido como elemento de especial atractivo el marco en el que se ha desarrollado. Los frescos situados en el salón de columnas y espejos, ubicado en la segunda planta del Círculo Mercantil, se han impregnado de los acordes y las melodías salidas del cuarteto de cuerda y del clarinete que se ha unido a ellos esta noche.
Tras la introducción explicativa del concierto, a cargo de Michael Thomas, el cuarteto de cuerda ha comenzado con la interpretación del maestro checo, uno de los principales compositores europeos del XIX, virtuoso del violín desde niño, influido por Schubert, Beethoven, Wagner y el propio Brahms, fue director del Conservatorio Nacional de Música de Nueva York, lo cual le influyó sobremanera en su música, a menudo definida como definitivas para la evolución musical del nuevo continente. Una de las composiciones creadas por Dvorak en Nueva York fue este ‘Americano’. También fue director del Conservatorio de Praga, a su vuelta a Europa.
En la segunda parte, al cuarteto de cuerda se le ha unido el clarinete de Josep Sancho para interpretar la obra de Johannes Brahms, compuesto por el músico alemán en 1891 y estrenada en Berlín. Se trata de una de las piezas consideradas como emblemáticas de este autor, retrospectiva, recopilatoria y melancólica. Brahms, nacido en Hamburgo en 1833, aunque fue en Viena donde alcanzó su máxima gloria, está considerado como un ejemplo clásico entre los compositores románticos, influido por la música de Mozart, Haynd y Beethoven.