La Consejería de Economía y Conocimiento y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) crearán una comisión mixta que estudiará las medidas necesarias para hacer viable la continuidad del Observatorio de Calar Alto, situado en Almería. Así lo indicó el consejero Antonio Ramírez de Arellano, durante su participación en la ‘Reunión científica sobre instrumentación y proyectos delegados para Calar Alto’, que se celebró en Granada en el Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Ramírez de Arellano ha reiterado el apoyo de la Junta de Andalucía a la continuidad de Calar Alto, cuya continuidad está pendiente a partir de diciembre de 2018, cuando finaliza el convenio existente entre España y Alemania para mantener este centro. Se trata, ha explicado, «de un proyecto esencial para Andalucía, que necesita este tipo de instalaciones científicas que están en la frontera de la ciencia y el conocimiento».
Por este motivo, el Gobierno andaluz está dispuesto «a asumir parte del presupuesto y queremos, además, que Calar Alto y el Instituto de Astrofísica sigan participando de manera activa en los incentivos a la I+D que pondremos en marcha este otoño a través del nuevo Plan Andaluz de Investigación (PAIDI 2020)».
El consejero ha valorado también la importancia de la reunión científica que tuvo lugar en Granada, «cuyo fin es seguir avanzando en el conocimiento y la disponibilidad de instrumentales que tiene Calar Alto, y dar a conocer las actividades y proyectos que desarrolla».
Ramírez de Arellano ha insistido en que el Gobierno «tiene un Plan de Investigación que tiene muy presentes a los agentes del conocimiento fundamentales, las universidades y un conjunto de institutos muy consolidados, con prestigio internacional y que desarrollan una acción tractora en la industria, como es el caso de Calar Alto».
Este centro, ha añadido, «va de la mano del Instituto de Astrofísica de Andalucía, un centro de vanguardia a nivel internacional, como demuestra su producción científica de alto nivel y su competitividad en la captación de fondos para investigación e innovación, que ha permitido llevar a Mercurio y a Marte tecnología con sello andaluz, junto a la NASA y la ESA, y la puesta en marcha de iniciativas de gran nivel como CARMENES o PANIC«.
Para el consejero, «el camino a seguir está claro, tenemos que aprovechar el potencial de nuestras infraestructuras y de nuestro capital humano para seguir teniendo voz en el debate científico internacional».
Esto, ha apuntado, «pasa por dos caminos, utilizar los recursos que tenemos disponibles para seguir construyendo conocimiento, con iniciativas como el uso de Calar Alto, y continuar desarrollando instrumentos que permitan mantener el observatorio al nivel de las necesidades de la comunidad científica, apostando por el desarrollo y por la ciencia básica que lo permita».
Junto a ello, ha insistido en la necesidad de «crear conciencia de que es posible sacar rendimiento económico a esas soluciones tecnológicas, pues aún falta la cultura de crear ese tejido auxiliar que permita comercializar y traducir los avances en más innovación».
En Andalucía, ha explicado, una herramienta para impulsar este cambio de mentalidad, será la Compra Pública Innovadora, «en la que invertiremos 50 millones de euros, un sistema eficaz que permite atender necesidades a la vez que se abren nuevas oportunidades de mercado».