Recolectar setas es una de las actividades estrella de cada otoño-invierno en los bosques de Almería. Sin embargo, no siempre se realiza de la manera adecuada para la preservación del entorno y asegurarse el nacimiento de nuevos ejemplares en próximas campañas. Para lograrlo, la Junta ha editado un folleto en el que da una serie de claves para hacer medioambientalmente sostenible esta afición.
El primero de los consejos que se explican en el documento editado por la Consejería de Agricultura, Pesaca y Medio Ambiente hace referencia a la cantidad de setas que se pueden recolectar. Como no se trata de una actividad comercial, cada persona puede cortar un máximo de tres kilos de estos hongos. De esta manera se asegura una recolección recreativa y se pone coto al furtivismo.
A la hora de la recolección, según se explica en el folleto, los aficionados deben tener en cuenta una serie de condiciones, con las que asegurar el esparcimiento de esporas en el terreno, de ahí la importancia de utilizar una cesta de mimbre o algún elemento similiar, que permita a las esporas volver a la tierra y servir de germen para los hongos de la siguiente temporada.
Del mismo modo, los recolectores deberán tener en cuenta que dicha actividad debe realizarse de forma cuidadosa, de manera que no se produzcan daños al medio ambiente ni a las poblaciones de setas. Por eso, en el folleto se recomienda cortar los hongos con un cuchillo y no arrancarlos con la mano. Asimismo, se advierte de que está prohibido el empleo de rastrillos, escardillas, azadas o utensilios que remuevan el mantillo, ya que si se daña el micelio de las setas puede impedir su aparición en el futuro.
La Delegación Territorial ha establecido un dispositivo de control e inspección de las zonas forestales de recogida de setas en las sierras de Los Filabres, Las Estancias y en la comarca de Los Vélez, en el que participan diez agentes de Medio Ambiente, con el objetivo de hacer cumplir las normativa . Además del control y la inspección, los agentes realizan labores informativas y preventivas para hacerle llegar a los recolectores las condiciones en las que se establece el aprovechamiento del recurso micológico en la Comunidad andaluza.
En el año 2011 se interpusieron 16 denuncias y hasta mediados de 2012 se han interpuesto tres.
