La investigación en Matemáticas está en peligro: especialistas explica qué está ocurriendo

La investigación en Matemáticas resulta fundamental para el avance del resto de ciencias. La tecnología, la ingeniería, incluso también la medicina dependen de un conjunto de postulados teóricos sólidos en los que apoyarse, para el desarrollo de soluciones aplicadas. Sin embargo, en los últimos años, está descendiendo el número de matemáticos que deciden dedicarse a la investigación, lo que pone en peligro el avance de esta disciplina.

La Real Sociedad Matemática Española (RSME) analizó el problema de la falta de vocaciones científicas en matemáticas, en el VII Congreso de Jóvenes, celebrado en Bilbao, donde la presidenta de esta sociedad, Eva Gallardo, advirtió de este problema y de cómo está cayendo el interés por dedicarse a tareas de investigación y docentes, tanto a nivel universitario como en educación secundaria.

Por qué está en peligro la investigación en matemáticas

La investigación en matemáticas está en peligro debido a la creciente demanda de perfiles matemáticos en la sociedad. La estabilización laboral, es decir, la consecución de una plaza permanente resulta un camino extremadamente competitivo y complejo. Un largo proceso en el que los investigadores encuentran salarios poco competitivos en comparación con los que, por ejemplo, pueden obtener en el mundo de la empresa. A ello se suma la inestabilidad laboral y geográfica; la presión por la alta productividad científica; la exigencia de combinar investigación, docencia, gestión, divulgación y liderazgo; la dificultad para conciliar y los problemas de salud mental en que derivan todas estas circunstancias.

En una mesa redonda organizada por la Comisión de Jóvenes de la RSME, la investigadora Érika Diz Pita (Universidade de Santiago de Compostela) explicaba que “los salarios son muy poco competitivos si los comparamos con empresas privadas y otros sectores públicos como la sanidad o con otros países”. A ello añadía el problema de las plazas de sustitución, con peores salarios que no se corresponden con la carga de trabajo.

Carlos Esteve Yagüe (Universidad de Alicante) recordaba en este sentido que las oportunidades para los matemáticos son muy amplias, por lo que “tienen que gustarte mucho las matemáticas para no decidirte por la empresa y cobrar poco durante años”. “En matemáticas se gana mucho dinero fuera de la academia y esto es un problema”, precisaba.

“No tenemos expectativas porque desde hace años nos acompañan estereotipos a los que contribuimos con el mito de que somos genios locos que hacemos lo que nos gusta”, añadía María Cumplido, de la Universidad de Sevilla. Mientras, Jone Lopez de Gamiz Zearra (UPV/EHU) apuntaba el inconveniente que puede suponer realizar estudios y estancias con becas en el extranjero, en cuanto a la demora de la edad a la que se empieza a cotizar al regresar a España.

Participantes en el VII Congreso de Jóvenes de la RSME.

El papel de la internacionalización en la investigación en matemáticas

Los investigadores coinciden en la importancia de la internacionalización, tanto por la propia experiencia como por la creación de una red de contactos global y el reconocimiento que supone en las convocatorias de programas. Sin embargo, destacan las dificultades para el retorno, y las consecuencias que tiene en el sistema de acreditaciones español la posibilidad de que esa estancia se haya centrado en la investigación y no tanto en la docencia.

Con todo, Vanesa Guerrero (Universidad Carlos III de Madrid) quiso subrayar la calidad de los centros de investigación en España y, en un mundo hiperconectado y digital, consideró más importante la red de contactos que la movilidad. Además, consideró necesaria la labor de gestión y “multitarea”, en la medida en que “al final hicimos la tesis porque alguien hizo lo propio, nos toca devolver a la sociedad el esfuerzo que se ha hecho con nosotros”.

La salud mental fue otro de los problemas sobre la mesa en este congreso. Estrés, carga de trabajo, pérdida de familia y amigos durante las estancias en el extranjero o la incertidumbre laboral son factores que contribuyen a una mayor incidencia de estas enfermedades entre los jóvenes. Y es que, como resumía Carlos Esteve, “no tener estabilidad es una tortura”.

Los jóvenes matemáticos reclaman una mejora de las condiciones de una carrera investigadora imprescindible para la ciencia y el desarrollo. “Los matemáticos pensamos y qué puede haber más importante para la sociedad que pensar. Podemos ser un ejemplo e inspirar a personas para que razonen. Si los deportistas olímpicos son tan importantes para la sociedad, por qué no nosotros”, se preguntaba María Cumplido.

Un total de 487 investigadores se han reunido esta semana en Bilbao en torno a una cita cuyo objetivo principal reside en compartir los últimos resultados de investigación, establecer lazos y sentar las bases de la futura comunidad matemática española. La organización estima que entorno a un 25% son estudiantes de doctorado, un 65% se encuentran en puestos de transición (como profesor ayudante doctor o postdoc) y un 10% tienen posiciones ya estabilizadas como profesores titulares.