La crisis está dando la puntilla a la evuloción del sector de las energías renovables en este país. Si la carestía económica no era suficiente, la inseguridad jurídica creada en los últimos meses está actuando como auténtico elemento disuasivo a los inversores interesados en poner su dinero en este sector. Detrás de esta espantada de inversores está la tasa del 19% que el Gobierno impondrá a los ingresos de las plantas de electricidad fotovoltaica.
Según publica el portal ecooo.es, los rumores sobre este nuevo impuesto ha generado multitud de interrogantes entre los inversores interesados en poner su dinero en las renovables.
Las instalaciones de energía fotovoltaica sufren constantes vaivenes desde 2010, provocados por un marco regulatorio cambiante, que no da la seguridad que esperan los inversores. Todo hace indicar que será la fotovoltaica la que asumirá los mayores recortes del Real Decreto que tiene previsto aprobar el Gobierno, que puede suponer una disminución de un 45% en los ingresos que reciben los titulares de plantas solares.
