El uso abusivo de fertilizantes y plaguicidas de origen químico ha dejado una huella en el medio ambiente mucho mayor de lo que era de esperar. En un principio cabría esperar que las consecuencias del uso de los agroquímicos podría quedar circunscrita al espacio agrícola, sin embargo no es así e investigadores del CSIC han detectado una huella de contaminación de fertilizantes en los pelos de animales salvajes.
En un estudio publicado en la revista Global Change Biology se ha demostrado que los mamíferos que habitan en los últimos bosques naturales pueden actuar de termómetro para medir la presencia de químicos de origen agrícola en el entorno.
Cuál es la huella que dejan los fertilizantes en los pelos de los animales
Al analizar los pelos de las especies de mamíferos presentes en el bosque de Białowieża, en Polonia, recogidos durante 66 años, los científicos han detectado cambios importantes en la composición de los isótopos estables de pelos, los cuales están relacionados probablemente con el uso de fertilizantes agrícolas y el aumento tanto de las emisiones de combustibles fósiles como de las temperaturas globales.
Las actividades humanas están transformando profundamente el medio ambiente de la Tierra. La concentración de CO2 en la atmósfera se ha duplicado en los últimos 150 años y las temperaturas globales están aumentando. A pesar de los acuerdos internacionales para reducir las emisiones contaminantes, la deposición de nitrógeno, procedente principalmente de fertilizantes industriales para la agricultura, sigue siendo elevada. Al igual que los anillos de los árboles o el polen conservado en la turba, los tejidos animales, como los pelos o los huesos, registran las condiciones ambientales del periodo en el que se formaron, que pueden detectarse a través del análisis de la composición de los isótopos estables presentes en ellos.
Qué pelo de animales se ha analizado en este estudio
Para realizar el estudio, el equipo científico analizó pelos, recogidos durante un periodo de 70 años, de las 50 especies que componen la comunidad de mamíferos del bosque de Białowieża (noreste de Polonia), desde bisontes europeos hasta musarañas. La mayoría de las muestras procedían de la Reserva Integral, que protege la parte más primitiva de este bosque templado de llanura, el mejor conservado de Europa.
Los pelos procedían principalmente de especímenes, trofeos y pieles de museos y colecciones privadas que databan de 1946 a 2011. Las muestras de pelo incluían especies de carnívoros, herbívoros, insectívoros y murciélagos, los únicos mamíferos voladores. En cada muestra, se determinaron los isótopos estables de nitrógeno y carbono, que actúan “marcadores” conservados en tejidos animales y pueden rastrear los cambios en el medio ambiente.
Qué cambios han provocado los fertilizantes en los pelos de los animales
El hallazgo más notable del estudio fue una clara disminución en la proporción de isótopos de nitrógeno, particularmente abrupta a partir de 1970. “Esta tendencia está en línea con la deposición de nitrógeno en Europa, que fue más alta en las décadas de 1970 y 1980. Pero esto también coincide con la disminución observada en la concentración de nitrógeno en las hojas de los árboles del bosque de Białowieża”, explica Keith Hobson, coautor del estudio y experto en ecología de isótopos estables. Estos resultados se alinean con otros estudios que han encontrado que la disponibilidad de nitrógeno ha disminuido en los bosques naturales, lo que significa que el valor nutricional de la vegetación también está disminuyendo.
“Aunque carecemos de datos para confirmar esta hipótesis, observamos la disminución más fuerte en los herbívoros, lo que puede sugerir que esta reducción del valor nutricional de la vegetación se puede estar transmitiéndose a los consumidores. Esta disminución de la calidad de los alimentos podría tener graves consecuencias para el crecimiento, la supervivencia y la reproducción de las poblaciones de mamíferos a largo plazo. Este aspecto merece una investigación más profunda”, añade Nuria Selva, autora principal del estudio.
El estudio también mostró que los pelos de los mamíferos reflejaban perfectamente el aumento de las emisiones globales de combustibles fósiles en las últimas siete décadas. “La proporción de isótopos de carbono en los pelos de los mamíferos mostró la misma tendencia a la baja que la que se encuentra en la atmósfera debido a la quema de combustibles fósiles”, afirma José Antonio Donázar, investigador de la Estación Biológica de Doñana y coautor del estudio. “Una vez que corregimos esto, conocido como “efecto Suess”, la proporción de isótopos de carbono en el pelo mostró una tendencia al alza, lo que puede relacionarse con la creciente frecuencia de años secos”, añadió.
Este es el primer estudio ecológico integral de isótopos estables en una comunidad de mamíferos, a gran escala y a largo plazo en el último bosque primigenio de Europa. “Los bosques bien conservados, como el de Białowieża, pueden actuar como ecosistemas centinela de los cambios ambientales. Investigar la variación temporal isotópica de comunidades de mamíferos en dichos ecosistemas de referencia puede ayudar a detectar impactos invisibles del cambio global de una manera más holística que cuando los trabajos se enfocan en una única especie, así como ayudar a predecir cambios futuros”, añade Selva.
Este artículo es el resultado de una colaboración entre investigadores del Instituto de Conservación de la Naturaleza y el Instituto de Investigación de Mamíferos de la Academia Polaca de Ciencias, la Estación Biológica de Doñana CSIC y las Universidades de Sevilla y Huelva en España, y el departamento Medio Ambiente y Cambio Climático del gobierno de Canadá y la Universidad de Western Ontario en Canadá.