El grupo interdisciplinar Investigación Internacional Comparada de la Universidad de Almería, formado por Pilar Rodríguez, profesora titular de Sociología y directora del grupo; Antonio Segura, profesor de Trabajo Social y María Carmen López y Ana María Martínez, profesoras del área de Teoría de la Educación, ha escrito el libro ‘Transformando el extremismo violento. Una guía para el profesorado y la ciudadanía’. Una obra gestada en el marco del proyecto ‘Diagnóstico e intervención en adolescentes en riesgo de radicalización violenta en la zona del poniente almeriense: hacia una cultura de la paz’ (UAL FEDER 2020).
Esta guía se ha elaborado tras realizar un estudio con 1.169 adolescentes de cuatro centros de Secundaria de la provincia de Almería y uno de Madrid. Y ha contado con la colaboración de algunos miembros de los equipos de dirección y profesorado de los centros de Secundaria del Poniente almeriense. Según el estudio el 30 por ciento de estos adolescentes mantienen actitudes extremistas y actitudes pro-violencia.
El libro pretende apoyar los esfuerzos de quienes trabajan en entornos educativos formales y no formales, dotándolos de un instrumento que les permite organizar sus ideas y desarrollar pedagogías transformativas para prevenir y actuar ante cualquier signo de extremismo violento, tanto en su vertiente cognitiva como conductual. Se trata de un tema que urge abordar, dados los crecientes niveles de conflictividad que se producen en nuestra sociedad y particularmente en nuestro sistema educativo.
Isabel Mercader, decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, ha mostrado su apoyo en este tipo de iniciativas que tienen que ver con la resolución de conflictos y con la violencia y el extremismo. “Lo que pretendemos es que se conozca que esta guía puede servir de apoyo y de ayuda no solamente a los docentes sino también a los familiares y a los propios profesores de aquí de la Universidad. Estamos encantados de apoyar estas estas iniciativas porque aumentan la formación de nuestros alumnos y hacen que conozcan cuál es la realidad que tenemos”.
Pilar Rodríguez, coautora del libro, ha destacado que con el trabajo realizado lo que han pretendido es diagnosticar cómo es la situación sobre el extremismo en el Poniente de Almería en comparación con el centro. “Hemos hecho un diagnóstico entrevistando a cerca de 1.200 niños. El tema del extremo violento en nuestra provincia no es especialmente problemático, pero sí que motiva el libro que hemos redactado porque entendemos que hay un colchón de violencia entre los niños jóvenes que ya es importante y que puede desarrollarse hacia posiciones más extremistas violentas. Lo que pretendemos es actuar y ofrecer herramientas al profesorado, y también a la ciudadanía, para que puedan intervenir antes de que realmente lleguemos a una situación que sea realmente peligrosa”. Para ello, el grupo de investigación está desarrollando una serie de talleres que se pondrán en marcha por los centros escolares a principios del próximo año. Serán tres sesiones en las que se pasará un cuestionario al alumnado al principio y al final “para ver si realmente conseguimos lo que pretendemos que es cambiar las actitudes”.
Por su parte, Matilde Romero, jefa de Servicio de Orientación Educativa de la Delegación de Almería de la Junta de Andalucía, ha indicado que “son temas que nos preocupan muchísimo. Estamos trabajando desde hace años en el tema de la convivencia y que haya una guía una guía de apoyo al profesorado es fundamental y más si se ha creado en base a un proyecto de investigación de la Universidad porque es una forma de avanzar en la innovación y de cambiar nuestras prácticas educativas y el sistema educativo. Es el camino hacia un cambio en la sociedad”.
Po último, Pedro Lozano, director del IES Francisco Montoya de Las Norias, ha explicado que se trata de un centro con un 60-65 por ciento de alumnado de origen extranjero, por lo que les interesaba comparar la situación de su centro con la de otros. En este sentido, ha señalado que “puedo considerar que nuestro centro es un centro tranquilo en el que no se producen situaciones de convivencia graves por lo menos en el centro. Eso sí, como hay una población grande de adolescente pues quizás en la zona sí se producen esas situaciones y en alguna vez algún alumno de se ha visto implicado. De ahí interés en poder participar en este en este proyecto y participar más adelante en un taller para trabajar con nuestro alumnado y darles herramientas para prevenir estas situaciones”. En la presentación también ha estado presente Francisco Javier Domínguez Vega, director del IES La Puebla.
El libro ofrece ejemplos para detectar manifestaciones globales y locales de extremismo violento en los centros educativos. Para transformarlo, se revisan algunos proyectos comunitarios transversales desarrollados en la Unión Europea, en España y en el ámbito local (Poniente almeriense), destacando la necesidad de trabajar la inteligencia emocional con los grupos de profesorado para manejar la situación en clase, deteniéndose en los objetivos, la preparación de la clase y la discusión. En la guía se aportan ejemplos de temas para abordar y se propone cómo realizar la evaluación de la discusión y el seguimiento en el aula. En la última parte, se relatan los valores implicados en la transformación del extremismo violento: la empatía, la solidaridad, el respeto a la diversidad, la convivencia y el compromiso. Al final los autores recogen algunos recursos electrónicos que permiten ampliar y profundizar en esta propuesta.
Los autores explican que el “extremismo violento” se refiere a las creencias y acciones de las personas que apoyan o utilizan la violencia ideológicamente motivada para imponer sus objetivos ideológicos, religiosos o políticos radicales. Reúne dos aspectos: la aprobación del extremismo y la aceptación de medios violentos. La radicalización, explican, puede entenderse genéricamente como el proceso de aceptación –y/o práctica– de la ideología y la acción extremista.
Los datos reflejan que los análisis de las dos escalas, extremismo y pro violencia, indican que, en el caso del extremismo, el 13,3% de la varianza se explica por el hecho de ser varón, menor edad, de padres y/o madres extranjeros, de madres con niveles de estudios bajos, que asisten muy frecuentemente a centros de culto religioso, de ideología de derechas, que usan muchas redes sociales al día, y que consideran que existe desigualdad hacia las personas LGTBI+ y hacia estudiantes de familias pobres.
En el caso de la escala pro-violencia, el 12,2% de su varianza se explica por el hecho de ser varón, menor edad, de padres y/o madres extranjeros, de familias que no pueden ahorrar, de madres con niveles de estudios bajos, que asisten muy frecuentemente a centros de culto religioso, de ideología de derechas, que usan muchas redes sociales al día, y que han experimentado violencia por parte de diferentes personas.