El Centro de Arte Museo de Almería acogió la presentación del libro digital ‘López Díaz, el indaliano del relieve’, en el que María Dolores Durán hace un recorrido por la creación del artista almeriense.
Editado en formato de CD por el Instituto de Estudios Almerienses, el libro hace un repaso por la trayectoria biográfica y artística de Antonio López Díaz, uno de los dos miembros del grupo original de los indalianos que, junto con Francisco Alcaraz, continúa vivo y en activo.
Precisamente, entre los meses de abril y junio del pasado año 2013 tuvo lugar en las salas del CAMA la que es hasta ahora la última exposición individual de López Díaz, que con el título de ‘Sol sobre los años’, acogió más de sesenta obras, entre óleos y esculturas, que databan desde los años 40 y 50 hasta las últimas creaciones informalistas y abstractas de su última época. También se exhibieron por primera vez varios cuadernos de apuntes y bocetos que mostraban el proceso de trabajo del artista desde la concepción originaria de la obra hasta su resultado final.
El libro digital ‘López Díaz, el indaliano del relieve’ fue presentado por José Luis López Bretones, director del CAMA, Mari Luz Segovia, presidenta de la Asociación Cultural Celia Viñas, y la propia autora, Mª Dolores Durán, licenciada en Historia del Arte y especialista en la historia del movimiento indaliano, sobre el que ha publicado ya varias monografías. Entre el numeroso grupo de asistentes al acto estuvieron presentes el propio Antonio López Díaz, María del Mar Perceval, hija del fundador del movimiento indaliano, Jesús de Perceval, o la profesora de la UAL María del Mar Nicolás.
Antonio López Díaz estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Almería, pasando poco tiempo después a trabajar en el taller del fundador de los indalianos. Por su trabajo directo durante años con Perceval es quizá el pintor que de manera más clara y sostenida trasluce en toda su obra la estética indaliana. Como hemos indicado, forma parte a partir de 1945 del Movimiento Indaliano, participando en todas sus exposiciones y actividades. De este modo, además de las decenas de muestras realizadas en Almería y otras ciudades españolas, expone su obra en el Museo Nacional de Arte Moderno de Madrid en 1947, siendo seleccionado por Eugenio d’Ors para participar en el VI Salón de los Once, que se celebraría un año después. En 1953 marcha a Brasil, recorriendo ciudades como Brasilia, Río de Janeiro, Paraná, Sao Paulo o Uberaba, y centra su actividad en la decoración integral de iglesias, la escultura religiosa, la pintura mural y la escultura pública. Participa igualmente en 1962 en la importante Bienal Hispanoamericana de Sao Paulo.
Regresa a España en 1964, reiniciando su relación con el Movimiento Indaliano, ampliamente reconocido a esas alturas en los círculos artísticos españoles. El reencuentro con su tierra le hace comenzar a pintar, dedicándose profesionalmente a la creación de un taller industrial de escayolas y decorados, mientras desarrolla una intensa labor expositora en distintas ciudades españolas. Brasil reclama de nuevo al artista almeriense, que realiza su segundo viaje en los años 80. A este periodo corresponden una serie de pinturas murales de gran tamaño realizadas por encargo para diversas instituciones públicas y privadas, así como numerosas esculturas, algunas de ellas situadas en espacios públicos de diversas ciudades del estado de Minas Gerais. Tras la muerte de su primera mujer, López Díaz se instala definitivamente en Almería, donde existen igualmente muestras de su labor escultórica para espacios públicos, tanto en la ciudad (monumento a Félix Rodríguez de la Fuente) como en la provincia (imagen de San Nicolás para la iglesia de Alhama, monumento a la emporronadora, monumento al naranjero en Gádor, etc…).