El BioDomo del Parque de las Ciencias, en Granada, ha cumplido su primer año de vida, desde su inauguración a finales de julio de 2016. Este espacio dedicado a la biodiversidad en el planeta se ha consolidado como uno de los atractivos más destacados del museo y un lugar de referencia para los visitantes a Granada. 216.353 personas han visitado este pabellón en este periodo.
Durante este año el pabellón se ha mostrado como un espacio vivo, donde las especies animales y vegetales se han ido adaptando, con diferentes ritmos atendiendo a su naturaleza. Se estima que este tipo de instalaciones tarden entre un periodo de 2-3 años hasta alcanzar su fase de madurez.
En estos meses, algunos de los espacios se han ido modificando en función de las necesidades para garantizar el bienestar de los habitantes del BioDomo. Asimismo, en los últimos meses se han incorporado nuevas especies como distintos ejemplares de Turaco, un ave africana muy particular, cuyos colores vivos se deben a pigmentos que solamente se encuentran en la naturaleza en el plumaje de estos pájaros. Junto a esta especie, otras aves como el Arasarí verde o el Ibis escarlata, han pasado a formar parte del BioDomo, en estos casos, en el espacio dedicado a la selva amazónica, al igual que el Tití de cabeza blanca. También los acuarios han recibido nuevas incorporaciones en su primer año, como el Galápago asiático moteado, e incluso ha tenido lugar el nacimiento de una cría de la pareja de Muntjac que habita en el espacio de la jungla asiática. Todos ellos se han sumado a las cerca de 200 especies, entre animales y plantas, que habitan en el BioDomo.
Compromiso medioambiental
El compromiso del BioDomo con la conservación del medio ambiente, ha motivado que este espacio acoja la exposición de ‘Observadores del Mar. Tu mirada es el cambio’, que muestra el proyecto del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, que cuenta con la participación de los ciudadanos para el control de la salud de los océanos en aspectos como la acumulación de basuras, la proliferación de especies invasoras o el aumento de la temperatura en nuestras costas. Esta exposición se podrá ver en la terraza del BioDomo hasta el próximo 20 de agosto. En este mismo espacio, el visitante puede encontrar información sobre los proyectos de conservación apoyados por el BioDomo, como el que se está desarrollando en Madagascar junto a la Fundación Agua de Coco para la educación de la población local para la gestión sostenible del manglar y la protección de los habitats de los lemures. También se puede saber más sobre la colaboración que el BioDomo ha establecido con la sociedad Arco-Nepal para mantener un centro de cría para tortugas amenazadas en Nepal.
También un nuevo taller, “La Tierra inquieta, cambia la biodiversidad”, se acaba de incorporar a la programación de actividades educativas que se llevan a cabo en la terraza del BioDomo. Este se suma a otras propuestas para conocer más sobre la evolución de la biodiversidad, los mecanismos de dispersión de las plantas o las formas de adaptación de los insectos en la naturaleza.
Investigación
La investigación, otro de los pilares del BioDomo, ha desarrollado varios proyectos en colaboración con la Universidad de Granada, dentro los bioterios e instalaciones de este pabellón, como el estudio de la fauna edáfica en instalaciones tropicales, dirigido por el doctor Alberto Tinaut. También se han llevado a cabo investigaciones relacionadas con los acuarios, como el análisis del mucus del tegumento como indicador de la salud en los peces, por parte de la doctora Ana Sanz o el trabajo del doctor Rafael Morales en torno a la colonización de comunidades planctónicas en el BioDomo. En el ámbito de la botánica, el doctor Manuel Casares dirige un proyecto sobre el estudio y la conservación de los helechos en el BioDomo, que pretende mantener una colección lo más diversa posible de este tipo de plantas, apoyado en la creación de un banco de germoplasma.
El BioDomo avanza así en la consolidación de este espacio, que conecta temáticamente con otras infraestructuras del Parque de las Ciencias dedicadas a la educación ambiental, como son el Mariposario Tropical, las Rapaces en Vuelo, el Centro Andaluz de Medio Ambiente, los Recorridos Botánicos, la Sala Biosfera o el Pabellón Darwin, y viene a apuntalar un proyecto educativo que recibe en torno a 600.000 visitantes cada año y es el museo más visitado de Andalucía.