La Caja de las Letras atesora desde hoy un extenso legado formado por 23 libros y 6 audiovisuales, obra de autores españoles refugiados en México que representa la contribución del exilio republicano a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, destacó la labor de la UNAM como «punto de referencia en nuestro trabajo fraternal, el de las instituciones que desde los ámbitos de lo público y la colaboración, trabajan a la hora de enseñar y divulgar la cultura en español, nuestra lengua y nuestras tradiciones».
Este homenaje se enmarca, además, en la celebración del 10.º aniversario del Centro de Estudios Mexicanos UNAM – España, organismo con el que el Instituto Cervantes colabora en la certificación del conocimiento español y enseñanza de la lengua, y cuyas instalaciones están ubicadas en la sede central del Cervantes en Madrid. Además, García Montero recordó la puesta en marcha de proyectos con esta «institución hermana» como la red Canoa, plataforma para la internacionalización de la cultura hispana y reflexión sobre la situación del español en el mundo.
En representación de la universidad hispanoamericana, la escritora Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, recordó la fecha emblemática del 13 de junio de 1939, día en que atracó en el Puerto de Veracruz el Sinaia, uno de los buques que trasladaron refugiados españoles. «En aquel viaje llegaron 1600 españoles que le darían una vuelta de timón a la producción del conocimiento en México y en general a la vida pública del país», afirmó la autora.
Beltrán repasó algunos de los nombres que significaron «parcelas indelebles de un legado trascendental sin el que no se entendería el México de hoy», entre ellos, nombres como Luis Buñuel, Félix Candela, José Giral, José Puche, María Zambrano, Wenceslao Roces o Luis Villoro.
Asimismo, la novelista definió este legado como «una oportunidad de unirnos a la conmemoración de los 10 años del Centro de Estudios Mexicanos UNAM – España con algunos de los objetos que representan el aporte de quienes transformaron la historia de los dos países, México y España, para siempre». Además de «significar el reconocimiento de una generación viva, la mía, que se benefició de modo particular, como estudiante de la UNAM».
Libros y audiovisuales, creación española desde el exilio
El amplio depósito lo forma un total de 23 publicaciones, entre las que se encuentra un facsímil del Boletín al servicio de la emigración española [1939-1940] (2022); seis cuadernillos de la colección «Material de Lectura» de la UNAM, con obras de Jorge Gillén, Pedro Garfías, César Rodríguez Chicharro, Tomás Segovia, Federico Patán y Angelina Muñiz-Huberman; Filosofía mexicana de nuestros días, de José Gaos (1954), o el De la presencia, el discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua de Ramón Xirau (2010); además de obras teatro de Max Aub o el disco Cuentos (2009) de José de la Colina, entre muchas otras.
Recopiladas en un cartucho de datos y preservadas por la Filmoteca de la UNAM, también pasaron a formar parte de la caja nº 1407 varias películas y las fotografías de sus rodajes. Se trata de Los olvidados. (1950), de Luis Buñuel; Torero (1956), de Carlos Velo; En el balcón vacío (1961), de Jomí García Ascot; ¡Viva Madrid, que es mi pueblo! (1928), de Fernando Delgado; además de dos documentales datados en 1937, Bienvenida a los niños españoles y Los niños españoles en Morelia.
Como testigos de la entrega de este legado, cedido a perpetuidad a la Biblioteca Patrimonial del Instituto Cervantes, participaron, en representación de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, rector; Margarita de la Villa, profesora titular; Francisco Trigo, coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales; y Jorge Volpi, director del Centro de Estudios Mexicanos UNAM – España. Junto a ellos, Emilio Cassinello, director del Centro Internacional de Toledo para la Paz; Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo; y el embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel.
Testimonios del exilio
Juan Fernández Trigo recordó las palabras del escritor y empresario Eulalio Ferrer quien dijera: «Muchos más, en vez de perder una patria, recuperaron otra». Con esta cita comenzó el «tributo a una pequeña pero importantísima parte de esa gente que contribuyó puentes entre las dos naciones hermanas», afirmó el secretario de Estado.
El primer testimonio en primera persona fueron los versos de Pedro Garfias, recitados por él mismo en una grabación de la colección «Voz Viva». A continuación, se sucedieron dos declaraciones en video de las autoras Angelina Muñiz-Huberman y Pilar Rius, escritoras también presentes en el legado depositado hoy, a través de varias de sus publicaciones. A sus intervenciones siguió una lectura de poesía por Paula Iwasaki.
Para finalizar este emotivo acto protagonizado por figuras del exilio, Volpi dio la bienvenida a dos «testigos vivos de esta historia» a los que consideró «prueba de la ida y vuelta, prueba viva de esta fecundación gloriosa que para México ha sido tenerlos en nuestra casa»: Emilio Cassinello, diplomático y director del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax) y Margarita de la Villa, ex directora del Fondo de Cultura Económica en España y profesora de la UNAM.
La UNAM y su red de centros
Fundada con el nombre de la Real y Pontificia Universidad de México en 1551, y de titularidad pública la UNAM es, actualmente, una de las mayores entidades académicas de Iberoamérica. Destaca como una de las mejores universidades en materia artística, tecnológica y de investigación, siendo la institución mexicana con mayor producción científica.
Por su parte, el Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM en España, inaugurado en 2013, forma parte del proyecto de internacionalización de la UNAM, con presencia en nueve países. Entre sus actividades se encuentra el desarrollo —conjuntamente con el Instituto Cervantes y las universidades de Salamanca y Buenos Aires—, el Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE), proyecto que permite certificar globalmente el grado de dominio del español al incorporar las distintas variedades lingüísticas del idioma