La corrupción política es una de las lacras de la sociedad actual y un problema que no cesa, a tenor de las noticias que llegan todos los días a los medios de comunicación. Se trata de un fenómeno global, que no entiende de fronteras y que se da en todos los contextos; y en la mayoría de los casos hay un patrón común, que ahora se estudia en un proyecto internacional en el que participa la Universidad de Huelva y compara casos de corrupción en España e Iberoamérica.

`Cruce de miradas sobre la corrupción pública contemporánea. Una Historia cultural desde Europa y América Latina´, una actividad que se desarrolla en el marco del proyecto I+D+i Prácticas, escenarios y representaciones de la corrupción pública. España y América Latina, siglos XIX y XX, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Se trata de un proyecto en el que participan un total de 14 investigadores/as procedentes distintas disciplinas (fundamentalmente Historia, Historia del Arte, pero también Derecho, Salud y Periodismo) y distintas universidades: la Universidad de Huelva, la Pontificia Católica de Chile y dos universidades argentinas: la Universidad Autónoma de Entre Ríos y la Universidad Nacional de Mar del Plata. La investigadora principal es Mª Asunción Díaz Zamorano, profesora de Historia del Arte de la Universidad de Huelva.
Esta investigación plantea la continuación de otra anterior, dirigida por Mª Antonia Peña Guerrero, catedrática de Historia Contemporánea de la UHU y rectora de la Universidad de Huelva en los últimos ocho años. En ambos proyectos se ha abordado un estudio comparado sobre la corrupción pública en España y América Latina durante la época contemporánea, utilizando para ello las herramientas metodológicas de la Historia cultural, los estudios de Cultura Visual, la Historia comparada y la Historia trasnacional, todo ello como resultado de una concepción multidisciplinar de la investigación histórica.
Estudio multidisciplinar sobre la corrupción
“Se trata de analizar cómo la utilización del poder público para la obtención de beneficios privados se convirtió en una constante dentro del funcionamiento de los sistemas políticos liberales y democráticos y cómo, en torno a este fenómeno, se articularon respuestas de justificación, silenciamiento o denuncia, en función de los valores morales y del propio concepto de corrupción de las sociedades afectadas”, explica Asunción Díaz Zamorano.
Hoy en día, la corrupción se considera “un fenómeno moralmente injustificable e ilegítimo y supone una de las grandes preocupaciones de nuestras sociedades actuales. Y ha sido por ello estudiada en los últimos años desde distintas disciplinas, politólogos, juristas y sociólogos, y más recientemente historiadores de la contemporaneidad, preocupados por dar respuesta a las inquietudes actuales de la ciudadanía con respecto a esta lacra que merma sus derechos democráticos y desacredita el propio funcionamiento de la vida política”, detalla la investigadora.
Corrupción entendida como un fenómeno global
Por tanto, se encara el estudio de la corrupción “entendida como un fenómeno vertebral y global expandido en el espacio y en el tiempo, con profundas raíces culturales, así como la doble dimensión de su naturaleza: su dimensión práctica, en el plano de la acción sociopolítica y su dimensión discursiva o valorativa. Y se enfoca por ello el estudio en el análisis de las transferencias espaciales y temporales que han experimentado las formas de la corrupción y las reacciones frente a ellas de las sociedades afectadas, a partir de casos españoles, europeos y latinoamericanos”, subrayan los expertos. Se abarcan además tanto las prácticas que se desarrollan en el ámbito de la corrupción política (representación y fraude electoral) como en el de la corrupción administrativa (en ámbitos como la economía, la sanidad, la beneficencia, el urbanismo).
La Universidad de Huelva ha acogido un encuentro planteado como un ejercicio de cierre y recapitulación de las distintas líneas y objetivos desarrollados a lo largo de los cuatro años de desarrollo del proyecto. El encuentro se celebró de forma presencial y virtual y en él participaron tanto los componentes del proyecto de investigación como distintos invitados especialistas en estudios sobre corrupción procedentes de distintos ámbitos disciplinares y distintas universidades.