Tras el éxito cosechado en el último concierto Homenaje a Woody Herman con la interpretación de ‘O Sister!’ ante el público almeriense, la Clasijazz Big Band se vuelve a unir a este grupo que se mueve al más puro estilo de los años 20 en un concierto único que se celebrará el próximo 31 de marzo, domingo, a partir de las 19.00 horas, en el Auditorio Municipal Maestro Padilla.
Para el concierto la Clasijazz Big Band contará con unos cantantes solistas de lujo, que ya triunfaron en diciembre en la sede de la Asociación Cultural Indaliana Jazz Band (Clasijazz) y que, dado el éxito obtenido, volverán a repetir, pero con otro repertorio para este trío vocal único en España. Y es que ‘O Sister!’ tiene una puesta en escena impresionante y una voces de excepción que, junto a la Clasijazz Big Band, con todos sus solistas y miembros dirigidos por Ramón Cardo, harán las delicias de los asistentes y los transportará a otro mundo y otra época musical en la que el ‘bon vivant’.
Las entradas ya están puestas a la venta a través de www.ticketmaster.es y en la Taquilla Municipal situada en el Teatro Apolo, en la Rambla Obispo Orberá. El precio, como siempre, será muy asequible a todos los bolsillos ya que es único: 10 euros para todos los niveles.
‘O Sister!’ es un homenaje a la música popular norteamericana de los años 20 y 30 y, en general, de las décadas doradas del “dixie” y del “swing”, llevando como principal referencia artística a las míticas ‘The Boswell Sisters’, trío de mujeres pioneras en el jazz vocal, que quizás no alcanzaron la popularidad que merecían aun siendo imitadas por muchos grupos vocales posteriores y admiradas por artistas de la talla de Ella Fitzgerald.
El proyecto, impulsado por la cantante Paula Padilla, se centra fundamentalmente en la búsqueda de repertorio muy poco conocido y de gran interés tanto por su contenido melódico como por sus letras, así como la armonización y arreglo de temas más clásicos, pero de los que no se encuentran versiones a tres voces.
‘O Sister!’ actualiza un estilo que pretende acercar al público general y no exclusivamente al oyente habitual de jazz, para recuperar, de este modo, esa forma de entender la música abierta, espontánea, divertida y directa, que tan necesaria se hace dentro de la realidad actual. Una realidad cuya situación social bien podría recordar a la vivida durante la famosa Gran Depresión.