Conocer la satisfacción de las madres sobre los cuidados recibidos en los hospitales españoles durante el embarazo y el nacimiento de sus bebés es uno de los grandes retos del proyecto MC-IHAN, más conocido como “La voz de las madres”, coordinado desde la Universidad de Alicante (UA), junto a IHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia) y el Ministerio de Sanidad, en colaboración con la asociación HQTQ (Hasta que Tú Quieras).
Este proyecto, que busca mejorar la atención al nacimiento y la alimentación de los bebés a través de la ciencia ciudadana, ha contado, en su primera etapa, con la participación de 13.000 madres que han dado a luz en los últimos cinco años para conocer de primera mano y desde la experiencia de las propias usuarias, cómo funcionan actualmente las maternidades en España.
A través de un cuestionario online, el equipo de trabajo ha obtenido un análisis de todas las respuestas recibidas durante 2023 y hasta abril de 2024. Los datos indican que la calidad global en la atención al nacimiento ha mejorado notablemente e, incluso, superado los niveles previos a la pandemia de la covid-19.
Qué debe mejorar en la atención a las madres gestantes
El matrón y coordinador del proyecto, el investigador del Departamento de Enfermaría de la UA, Antonio Oliver Roig, explica que “las participantes consideran que los hospitales deben mejorar aspectos como el apoyo en el posparto y en la calidad de la información sobre la alimentación del bebé durante el embazado”.
En materia de posparto, al analizar la satisfacción por regiones en España, aunque en general las madres están satisfechas, las de Baleares, Comunidad Valenciana y Navarra destacan por su mayor satisfacción. Los resultados sugieren que hay áreas de mejora para garantizar que todas las madres, independientemente de su región, reciban una atención de calidad.
Según los datos obtenidos en referencia a la información sobre lactancia que recibieron las madres durante el embarazo, la mitad de las madres opinan que las recomendaciones previas al nacimiento no encajaron del todo con la realidad de alimentar a su bebé. Sólo 3 de cada 10 madres dijeron que la información facilitada coincidía con su experiencia real.
Sobre el primer contacto madre-bebé, el estudio pone de manifiesto que cerca del 50% de las madres con bebés sanos y sin problemas durante el parto, experimentaron un contacto piel con piel considerado óptimo con sus bebés tras dar a luz. “Para que este contacto se califique como óptimo, debe cumplir con tres criterios: debe iniciarse dentro de los primeros 5 minutos después del parto, debe ser de calidad, es decir, sin barreras que impidan el contacto directo de piel entre la madre y el bebés, y mantenerse sin interrupciones por lo menos durante 1 hora”, recuerda el investigador de la UA.
Entre otros, el cuestionario evalúa aspectos como el apoyo oportuno (el profesional estaba ahí cuando lo necesitaban), el tiempo de apoyo durante el ingreso, la sintonía con el profesional, la confiabilidad del apoyo (vínculo de confianza entre madre-profesional), la competencia profesional (capacidad de hacer bien el trabajo), el trato respetuoso, la empatía profesional o la experiencia positiva de las madres con el centro hospitalario.
El estudio continúa
“La voz de las madres” no es solo una iniciativa para recoger datos en un momento concreto, sino una herramienta continua para apoyar experiencias de mejora colaborativa entre madres y profesionales. “Nuestra intención es que el proyecto continúe indefinidamente para poder ofrecer información en tiempo real a los profesionales, hospitales y madres comprometidos con mejorar la atención al nacimiento”, apunta el coordinador del proyecto.
La importancia de los resultados del estudio radica en que pueden ayudar a gestores de salud y a profesionales a saber cómo funcionan las cosas y decidir qué aspectos pueden mejorar. “Por ejemplo, si los datos indican que las madres no reciben suficiente apoyo después del parto, los hospitales pueden crear guías sencillas que mejoren la asistencia de los profesionales en momentos cruciales e incluirlas en la formación continua del personal. Una vez implementados los cambios necesarios, los profesionales pueden verificar de nuevo que las mejoras son efectivas a través de las madres que responden el cuestionario”, añade el investigador de la UA.
En este sentido, el equipo del proyecto ya está colaborando con centros que buscan mejorar la atención de manera colaborativa entre profesionales y madres, como el Hospital del Vinalopó en Elche y el Hospital Virgen del Castillo de Yecla. En definitiva, explica Oliver Roig, “queremos que los hospitales identifiquen las áreas que necesitan mejorar y evalúen si los cambios implementados están funcionando, basándose en la consulta y la opinión de las madres”.