De esta forma, cada señal lleva el escudo o logo de su pueblo, el del Plan Turístico y el del ADR, pero también un lema que expresa de una forma sencilla lo que destaca en cada lugar, poniendo en valor un producto turístico determinado. Ortiz pone como ejemplo Abla: “Nuestro lema es ‘Vive en Sierra Nevada’, y como producto turístico tenemos ‘ciudad romana’, puesto que albergamos un yacimiento romano”.
La lista de lemas y productos turísticos asciende a 23, que es el número de municipios que participan en esta iniciativa. Así, otro ejemplo, sería el de Fuente Victoria, que tiene como lema ‘Lugarcillo delicioso’, frase del siglo XIX expresada por Antonio Alarcón, y que ahora se recupera. Su producto turístico es la Casa del Rey Chico, un palacio que descansa sobre el antiguo palacio del rey Abduail de Granada.
Esta señalización se completa con una serie de rutas patrimoniales urbanas, que guían al visitante a través de “huellas” en el suelo, que van anunciado los elementos patrimoniales más importantes de cada pueblo. En este sentido, el presidente del Plan Turístico sostiene que “la Alpujarra tiene un patrimonio histórico enorme, que lo teníamos catalogado, pero no interpretado, que es lo que hemos hecho ahora”.
Las tahas
Además, desde el Plan Turístico se está trabajando en la posibilidad de recuperar las antiguas ‘tahas’, que son las demarcaciones del territorio de la época nazarí que sustituyeron a otras de épocas anteriores. “Con la entrada del cristianismo, esas tahas continuaron funcionando como entidades administrativas y perduraron hasta el siglo XIX. Con su recuperación se haría una presentación de los municipios que son afines entre sí. Además, fomentaríamos que el visitante viese la Alpujarra no de una sola vez, sino por tahas”, explica Ortiz.