La acuicultura almeriense continúa ganando terreno

El litoral de Garrucha se ha convertido en un productor de atún.

La apuesta por la acuicultura en la provincia de Almería va ganando terreno a medida que pasa el tiempo. El año pasado, el sector llegó a facturar más de 21 millones de euros, un 41% más de lo registrado en 2009, y que supuso poner en el mercado más de 2.500 toneladas de atún, dorada y lubina, y el preengorde de 31 millones de peces alevines.

Gracias a los precios que obtuvieron los productos de las piscifactorías, el incremento de la facturación del sector fue incluso superior al de la producción. El valor de las ventas ascendió a 21,5 millones de euros, un 41,5% más que en 2009. 

De los 21,5 millones de euros facturados por la acuicultura, 16,5 millones los generaron las piscifactorías de engorde, mientras que las dos granjas de preengorde vendieron alevines que alcanzaron un valor de 5 millones, más del doble que en 2009.

La dorada y la lubina son las especies más abundantes en las jaulas de las granjas marinas de Almería. El pasado año se engordaron algo más de 2.500 toneladas y se preengordaron casi 31 millones de peces. 

En cuanto a la producción de atún, la única piscifactoría que se dedica al engorde de esta especie -Naturepesca, de Cuevas del Almanzora- obtuvo 457 toneladas, más del doble que en el año 2009. El valor de esta producción superó los 5 millones de euros, frente a los 2,4 millones del ejercicio anterior.

En la provincia de Almería hay seis empresas que se dedican al cultivo marino y que dan empleo a unas 150 personas. Cuatro se dedican al engorde de peces en jaulas flotantes en el mar, y dos cuentan con instalaciones en tierra para preengorde de peces.

De las cuatro empresas dedicadas al engorde, tres producen dorada y lubina (Framar, en Carboneras; Piagua, en Almería; y Acuisleta, en Nijar), y una, produce atún, Naturepesca (Cuevas del Almanzora). Las empresas de preengorde, que también trabajan con dorada y lubina, son Predomar y Carmar, ambas con instalaciones en Carboneras.

La acuicultura almeriense, como la de toda Europa, tiene que retomar una senda de crecimiento sostenible que le permita responder a la demanda de productos acuáticos nutritivos, sanos y seguros. Desarrollada adecuadamente, la acuicultura servirá para impulsar la evolución socioeconómica de las zonas en las que se implanta, aumentar la oferta de empleo estable y de calidad y contribuir a la fijación de población al territorio. 

Los expertos recomiendan una estrategia basada en tres ejes: el fomento de la competiti-vidad, un crecimiento sostenible y la mejora de la imagen del sector. 

El valor alcanzado por estos productos en su comercialización será un factor clave para el futuro de la acuicultura, ya que el nivel de producción lo fijará la capacidad de venta del producto en buenas condiciones económicas. Para ello, es fundamental el papel de las grandes superficies comerciales, que controlan el mercado y que establecen unas políticas de precios que, en ocasiones, no favorecen a los productores locales. 

Se trata, pues, de conseguir que los productos tengan la consideración de alto valor por su incidencia medioambiental, su trazabilidad y los altos niveles sanitarios a los que se ajustan. El etiquetado y la certificación implantados han reforzado la confianza del consumidor y han mejorado la disposición de los productos que responden a niveles de calidad muy rigurosos. 

Campañas de promoción que sirvan para realzar la imagen de la acuicultura, de sus productos y de sus procesos, contribuirán a generar confianza entre los consumidores. 

 

 

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