Juana Molina, una vecina de Uleila del Campo lleva quince años dedicada a la pintura. Sus obras se exponen estos días, hasta mediados de mes en el Faro de Roquetas de Mar. En esta muestra se aprecia una obra más figurativa a base de paisajes y sobre todo rincones del pueblo de Uleila del Campo y otra parte más abstracta, realmente interesante, donde esta mujer da rienda suelta a su creatividad. Hay una parte de estas obras, donde el colorido inunda la obra y otras sin embargo, donde trabaja intensamente los grises.
Después de toda una vida dedicada a las tareas del hogar y atender una tienda que tenia en Uleila del Campo, un buen día descubrió la pintura. “Nació una nieta mía y cuando llegamos de la clínica, a otro día me llegó la inspiración, porque me dio muy fuerte por la pintura. Es algo inexplicable, compré un buen equipo y hasta la fecha”, comenta esta mujer, a la que le encanta el arte. “Si voy a Madrid voy a visitar los museos, donde vaya solo me gusta ir donde está el arte”.
Es curioso, pero Juana Molina jamás antes pintó absolutamente nada. “Mi vida fue trabajar y mis hijos. Cunando me jubilé fue cuando llegó a mi la pintura. Desde entonces pinto prácticamente todos los días. Es una necesidad que tengo y me encanta. Me paso las horas pintando y se me pasa el almorzar o el cenar. En la pintura he descubierto muchas cosas”.
“Me gusta mucho lo abstracto, disfruto haciéndolo”, comenta Molina. “Reconozco que mi estado de animo influye en la obra que esté pintando”, asegura. Lo que más le gusta es pintar en su cortijo. “Tomo apuntes muchas veces de algo que me guste y luego las pinto en casa”. En el año 2006 expuso su obra en el Espacio de Mujeres de la Diputación de Almería.
Con el paso del tiempo, la forma de pintar de Juana Molina ha ido variando. “Lo que yo pintaba cuando empecé no tiene nada que ver con lo que hago ahora. Entonces pintaba muchos cuadros con flores, una calle del pueblo o un cortijo, y sin embargo, ahora me he soltado mucho más. Y si Dios me da salud me seguiré soltando más en la pintura.