La imagen de King Kong encaramado a un rascacielos e intentando derribar los aviones que le incordiaban a manotazos es una de las más icónicas del cine clásico. Pero además de una gran película, la del gorila gigante, y todas las que le han sucedido, permiten seguir la evolución de los miedo sociales en Estados Unidos.
Éste es el motivo principal que recorre Juan Antonio Roche Cárcel, sociólogo de la Universidad de Alicante, en las páginas de su libro Un grito silencioso, que con el subtítulo de “Una aproximación a King Kong y la evolución del imaginario estadounidense contemporáneo” y escrito en inglés, ha sido publicado recientemente en la colección dedicada a estudios sobre teatro, cine y televisión de la prestigiosa editorial Peter Lang.
El profesor del Departamento de Sociología I de la UA, experto en Sociología de la Cultura y de las Artes y, a su vez, presidente de la Comisión de Sociología de las Emociones de la Federación Española de Sociología (FES), ha analizado los distintos miedos que se extraen de las películas dedicadas a King Kong que se produjeron en los años 1933, 1976, 2005 y 2017 y ha analizado su evolución en estos filmes.
En concreto, el sociólogo detalla que “este libro describe las principales características que definen la emoción del miedo, sus dimensiones, sus funciones, tipos y significados sociales e individuales”, a lo que añade que “también muestra que el miedo representa un deseo de eliminar al otro y a lo otro -conceptos entendidos como cuestiones distintas en la sociedad analizada- y que el cine de terror tiene su origen precisamente en la crisis y el miedo, lo que le otorga un carácter fundamentalmente xenófobo”.
Para acotar este concepto, el propio Roche sitúa la producción de las películas sobre King Kong tras contextos históricos de la sociedad estadounidense como la Crisis del 29, la Crisis del Petróleo, el atentado de las Torres Gemelas y la tercera Guerra del Golfo. “Es un hecho constatado por las Ciencias Sociales que los momentos de crisis generan o intensifican diversos tipos de miedo”, matiza el investigador.
Además, esto sucede en las poblaciones de las sociedades modernas y, particularmente, en América del Norte, “debido a la conciencia de las múltiples amenazas que se ciernen sobre los seres humanos y el mundo. De hecho, este crecimiento del miedo parece inherente a la propia modernización estadounidense”, comenta el autor.
Con este análisis contemporáneo, el sociólogo pone de manifiesto los ejemplos de xenofobia que se aprecian en las películas de King Kong, un mito “que casi se puede calificar como un barómetro de los miedos de la sociedad americana”, indica. Y, más concretamente, Roche desgrana “toda una serie de efectos psicológicos y sociológicos que acaban provocando el deseo de evasión social” y que, en las películas de King Kong, se manifiesta en los miedos a la historia, “como una la crisis contemporánea económica, ecológica, de seguridad y militar”, como un “sentimiento de nostalgia del origen, del paraíso perdido, y de las fuentes religiosas centradas en la naturaleza, lo misterioso, lo numinoso, lo sublime o gigantesco”. Y, finalmente, la intensificación del pánico irracional del “otro”, en este caso, “el miedo a la raza negra y el temor masculino a la mujer”, matiza Roche.
Capítulo aparte merece el tratamiento al miedo a la mujer, que evoluciona en las distintas películas y que se manifiesta mostrando a las actrices como “una mujer constantemente gritando, una mujer coqueta, más libre, espontánea y seductora, una mujer más afectiva que enamora a King Kong y, finalmente, una heroína, que hace la guerra y salva a otros personajes”, en referencia a cada una de las cuatro películas analizadas, según el investigador.
Finalmente, Roche concluye que “tras la contemplación de las cuatro películas, al final queda un silencio profundo y paradójico puesto que, en último extremo, el miedo al Otro, expresado a través del grito, convive con su marginación, con su invisibilidad y, en definitiva, con su silenciamiento”.