Rodríguez ha hablado de Alberti, de la poesía política del universal gaditano como una poesía que jamás puso en duda la propia esencia de la poesía. “Él creía en la poesía sin más, junto con la pintura fue la verdad de su vida”. Su duda, apuntaba esta tarde este estudioso de la Generación del 27, la gran duda de Alberti fue su yo vital. “Es el primero que se hace la pregunta ¿quién ha construido mi yo? Alberti fue siempre un exiliado interior, que se ve ya en su primer gran poemario, en ‘Marinero en tierra’. Fue un exiliado interior, de su propio yo, y luego la Guerra civil le lleva al terrible exilio exterior”.
Para este Catedrático de Sociología, lo más destacado es lo que Alberti hace: jamás hasta él se había leído una poesía política desde el yo. “Es un hecho insólito en la poesía, precisamente porque la poesía albertiana es una propuesta política que nace a partir de una interrogación sobre el yo”.
“Hoy sabemos que toda poesía se escribe para encontrar el yo de cada uno o de cada una. La poesía no es otra cosa que el intento de construir el yo, que es un manejo de fragmentos que construir cada día”, exponía Rodríguez.
Profundo conocedor de la obra política de Alberti, Juan Carlos Rodríguez también señalaba que “para Rafael Alberti, la poesía política o comenzaba por el propio lenguaje familiar o carecía de sentido. Alberti funde lo interior, esa cajita de plata que todos llevamos dentro con lo más íntimo de cada uno de nosotros, con lo exterior y eso es lo realmente asombroso”. “Alberti se da cuenta de la existencia de su propio sótano, de su ‘yo soy’, de su angustia vital y se pregunta cómo es posible que estar vivos suponga estar ciegos ante la vida”.