Conmemoración de la llegada de los franceses a la ciudad hace 200 años

    La semana que va del 17 al 21 de mayo, se va a conmemora un momento singular en la historia de Almería, la llegada de las tropas francesas, el 15 de marzo de 1810. Este año se cumplen los doscientos años de dicho acontecimiento. Los franceses llegaron a la ciudad, dos años después del inicio de la Guerra de la Independencia (1808-1814). El Instituto de Estudios Almerienses, el Consulado francés de Almería y el Archivo Histórico Provincial se han reunido para recordar este hecho.

    La intención última es intentar acercarnos a un momento clave en la historia del país, comprender la trascendencia de estos sucesos, los condicionantes sociales, económicos y culturales de este fragmento del territorio español y la relación de Almería con su entorno geográfico. La Guerra de la Independencia fue un fenómeno complejo que va más allá del enfrentamiento entre dos naciones: Francia y España. Por lo pronto, Gran Bretaña y  Portugal también se vieron inmersos en el conflicto. Otras habitantes de otros países que formaban parte del ejército francés también estuvieron presente como los polacos, mamelucos de Egipto, alemanes e italianos por citar los más destacados. Además la guerra posibilitó el inicio de la independencia de las colonias americanas. Napoleón puso en movimiento todas las fuerzas que terminarían por derribar el Antiguo Régimen en Europa. Sin embargo, la tradicional influencia de Francia sobre España se vio alterada por los terribles efectos de la guerra y la lucha ideológica desatada en este periodo. Al invitar a la Cónsul francesa en Almería, Nicole Picat-Emery, hemos querido hacer un gesto hacia el hecho evidente de la necesidad de la colaboración entre España y Francia. Hemos tenido una historia común con más encuentros que desencuentros. La influencia entre unos y otros ha sido mutua y enriquecedora. Esta jornada puede ser el primer paso para establecer una colaboración cultural más estrecha con las instituciones francesas .

    Las actividades se inician con una exposición de documentos históricos contemporáneos en el Archivo Histórico Provincial y el vestíbulo de la primera planta de la Diputación provincial durante esta semana. Los originales se expondrán en el Archivo y las reproducciones en la Diputación. Podremos ver documentos sobre las requisas de uno y otro bando, las acusaciones de colaboracionismo, las destrucciones  de la Guerra, etc. Mi Agradecimiento para la directora del Archivo, Maria Luisa Andrés Uroz y su equipo por apoyarnos en todo momento y hacer posible este trabajo tan interesante.

    El 19 de mayo, a las 8 de la tarde del 19 de mayo, tendremos una serie de conferencias que nos acercaran a la situación de la provincia durante la contienda. A pesar de estar mal comunica y relativamente lejos de los principales escenarios bélicos, Almería no se libró de los terribles efectos de la guerra convencional y las guerrillas.

    José Castillo Cano, autor del libro Almería en el Antiguo Régimen, la Guerra de la Independencia en la ciudad, 1987, será el primero en hablar. Nos acercará a la Almería de principios de siglo XIX. Almería era una pequeña ciudad amurallada con una población aproximada de unas 12.000 personas. Una ciudad mal comunicada con el interior, con unas fortificaciones en mal estado y cuatro puertas de acceso. Dentro de la localidad, sobresalían los grandes huertos de los conventos, la catedral, el hospital y el cuartel de la Misericordia.

    Ante las noticias de la abdicación de los reyes, Carlos IV y Fernando VII, también aquí, con el retraso debido a las malas comunicaciones, se formara una Junta en contra del nuevo rey, José I. La Junta estará subordinada a la Junta Suprema de gobierno de Granada. Se proceden a los alistamientos para la guerra. Tras la derrota de la batalla de Ocaña(19 de noviembre de 1809), Soult conquista Andalucía en 1810 con la excepción de la ciudad de Cádiz. Joaquín Blake, cuyo cuartel general se sitúa en Huercal Overa, reorganiza las tropas españolas y reclama a Almería tropas, vivéres, zapatos y caballos. Con la salida de las tropas para el frente de guerra, Almería queda indefensa. El 15 de marzo de 1810, llega una columna de 2000 franceses a Almería, mandados por Goudinot. No hay posibilidad de resistencia. El cónsul francés Rambaud y el canónigo Roldán sirven de intérpretes con las nuevas autoridades.  Al día siguiente los almerienses juraran fidelidad al rey José. La situación de los franceses en la ciudad de Almería dependerá de quien domine la comarca de los Vélez, camino natural entre Andalucía y el Levante. Así, ya el 28 de marzo, abandona las tropas la ciudad para ir a combatir a Blake en Vélez Rubio y Xiquena. El 28 de abril los franceses vuelven a la ciudad al mando de Liger Belair y Félix Grotouski, teniente coronel polaco. Los franceses iniciaran una política de reformas limitada por su control intermitente de la plaza: clausuran los conventos y los convierten en cuarteles militares. También crean la primera división provincial.  Vuelven a salir los franceses, el 22 de mayo, ante el repliegue militar de Sebastiani en Baza. Los últimos días de mayo, retornan una vez más las tropas francesas. A mediados de junio llega a la ciudad el subprefecto, Javier de Burgos (1778-1849), afrancesado que posteriormente llegará a Ministro de Fomento (1833-1835). Los franceses comienzan a construir un cementerio junta a la ermita de Belén y abren la calle Jovellanos. En 1811, la situación empeora para los franceses en Andalucía Oriental, las guerrillas que han tomado un incremento peligroso, llegan a amenazar las comunicaciones y sus incursiones son cada vez más audaces. A primeros de mayo las tropas españolas ocupan la ciudad brevemente. El 26 de mayo las nuevas autoridades juran la Constitución de Cádiz. Sin embargo en junio, la suerte de las armas cambia y los franceses vuelven a la ciudad a primeros de agosto. En septiembre, tras una serie de movimientos de tropas y combates en la Comarca de los Vélez, las tropas francesas y los afrancesados, se retiran por última vez de la ciudad.

    Emilio García Campra, el segundo conferenciante, hablará sobre el papel de la Guerrillas en la provincia de Almería, centrándose en las Alpujarras. Sus recientes trabajos publicados en la revista Farua han demostrado el importante papel de las guerrillas en el campo almeriense. Se organizaron varios grupos guerrilleros en la provincia. Los franceses reaccionaron con gran dureza contra las acciones de los guerrilleros ( saqueo de Alcolea y Oria.). También hubo grupos de forajidos que aprovecharon el caos de la guerra para robar y saquear como la partida de Diego Martínez Mena. Los franceses crearon un cuerpo de voluntarios españoles, la Guardia Cívica que fue de escasa eficacia con la excepción de la dirigida por Martín de los Llanos, antiguo médico de Carlos IV, que combatió a las guerrillas con gran violencia.

    La última conferencia será a cargo del Catedrático y profesor de la Universidad de Almería, Francisco Andujar Castillo que dará las claves para entender un proceso tan complejo como el que se da en España durante la Guerra de la Independencia.

    Tanto españoles como franceses impusieron fuertes contribuciones para sostener el esfuerzo de la guerra. Con tales exacciones, unidos a los desastres de la guerra, los ayuntamientos y los pueblos quedaron reducidos a la miseria. En este contexto, la epidemia de fiebre amarilla iniciada en Cartagena en 1810, tuvo un efecto devastador, provocando numerosas muertes. El país, y Almería no fue una excepción, quedó desvastado.

    Por último destacar que los dibujos que ilustran el texto son de Eduardo Simón Onieva, un amigo con quien comparto la pasión por la historia y los cómics.

     

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