José Luis Guzmán es profesor de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Almería y ultrafondista. Hace unas semanas participó en el Ultra Trail Internacional de Barcelona, donde quedó en octavo puesto de la general y segundo de su categoría. En esta entrevista nos cuenta cómo ha alcanzado ese nivel deportivo y de qué manera se las ha ingenieado para compatibilizar investigación, clases, familia y deporte.
El pasado jueves emprendí mi camino, como otra mañana cualquiera, hacia la Universidad de Almería. Sin embargo, en esta ocasión no iba a sentarme en los incómodos pupitres de las aulas de la Facultad de Humanidades y tomar apuntes sobre movimientos literarios y análisis de obras de los principales autores, sino que me introduje en un ambiente completamente diferente para mí: el Edificio Científico-Técnico III (CITE III) con el objetivo de entrevistar al profesor y deportista José Luis Guzmán Sánchez.
Llevaba conmigo todo lo necesario: una grabadora y varias anotaciones que tomé en los días previos para hacerme una ligera idea sobre a quién iba a tener el placer de entrevistar.
Entre mis apuntes destaqué: Profesor Titular del área de Ingeniería de Sistemas y Automática en la UAL. Ganador de la prestigiosa medalla Agustín de Betancourt y Molina en noviembre del pasado año de la mano de la Real Academia de Investigadores con motivo de la celebración de los Premios Jóvenes Investigadores, destinados a todos aquellos investigadores menores de 40 años.
Sin duda, un auténtico profesional, pero el profesor Guzmán no sólo destaca en la labor investigadora, sino que además es un gran deportista; el pasado 25 de marzo, corrió la Long Trail Barcelona, una prueba internacional de ultramaratón (73 km), en la que José Luis quedó octavo en la general y en segundo puesto en la categoría de veterano.
José Luis me abrió las puertas de su despacho de la Universidad con perceptible entusiasmo por dar a conocer a los lectores –y también al entrevistador– cómo compagina su intensa actividad científica y docente con el entrenamiento y la disciplina que requieren deportes como el running.
¿En qué momento de tu vida comenzaste a interesarte por el deporte y, en concreto, por el running?
Llevo practicando deporte toda la vida. Desde que empecé en el colegio con 8 o 9 años a jugar al baloncesto, un deporte al que he estado jugando hasta que tenía unos 30 años, aproximadamente, y más tarde lo empecé a combinar con frontenis. Sin embargo, este tipo de deportes en grupo me resultaron muy difíciles de compaginar con el ritmo de vida que llevo: el trabajo, la familia, etc. Fue entonces cuando comencé a hacer ciclismo. Aunque al principio no me motivaba mucho, ya que estaba acostumbrado a los deportes en equipo, tiene la ventaja de que dependes únicamente de ti mismo. Estuve dedicado unos 6 o 7 años ya que, a pesar de haber empezado con calma, acabé tomándomelo bastante en serio –soy así de cabezón– y comencé a competir en carreras. El problema está en que cuando te empiezas a exigir más y más con la bici, ésta requiere mucha dedicación. Dedicaba hasta 7 horas de entrenamiento y eso era inabordable. Entonces, hace un año y medio, quise probar con el running, y no tardé en engancharme. Corrí varias veces la maratón de Almería, me uní a un club de carreras por montaña que hay en mi pueblo, y me di cuenta de que me gustaba mucho y se me daba bastante bien gracias al fondo que traía del ciclismo.
Pasados unos ocho meses, contraté a un entrenador de Barcelona, Javi Castillo, y empecé a formar parte del club Castillo Athletic Group. Gracias a Javi llevo todo muy estructurado y dedico muchas menos horas a las semana que cuando hacía ciclismo.
¿Cómo una persona con tantas ocupaciones organiza su vida para poder llegar a tu nivel deportivo y ser además uno de los mejores investigadores en Ingeniería?
No hay secreto: sacrificio. Dedicándole horas de tu tiempo libre, quitando horas a tu familia, amigos, incluso a tu trabajo y madrugando mucho se consigue compaginar. No obstante, si te gusta siempre acabas encontrando hueco.
¿Cómo te preparas para las carreras?
Con la ayuda del entrenador. Sinceramente, antes las preparaba con un poco de sinsentido: yo me proponía como objetivo correr una carrera de 100 km. y llevaba a cabo unos entrenamientos diarios que oscilaban entre los 60 y 100 km. Sin duda, un completo error por mi parte porque, desde la ignorancia, crees que esos deben ser tus objetivos. Más tarde, con la ayuda de Javi, empecé a prepararme corriendo por asfalto, lo que te adapta para a posteriori correr en montaña, y sobre todo dejé de hacer burradas. Gracias a Javi hago entrenamientos de calidad; me hace estudios, me pide analíticas, pruebas de esfuerzo, y me organiza los entrenamientos semanales, unos entrenamientos que preparan tu cuerpo para cambios de ritmo, sobreesfuerzos, etc. Es sorprendente que con entrenamientos de corta distancia se pueda llegar a realizar carreras de largo recorrido.
Algo fundamental también es la alimentación, qué tipo de alimentación y en qué momento. En las carreras de larga distancia debes estar comiendo y bebiendo constantemente: barritas, frutas, sales minerales, varios tipos de hidratos, etc. Por raro que parezca, es totalmente necesario nutrir tu cuerpo durante la carrera, pues se dan casos en los que uno se confía porque al principio se ve con fuerza y energía, y a medida que avanza el trayecto empieza a notarse el desgaste, y el cuerpo te pasa factura. Te permite llegar fuerte física y psicológicamente al fnal de la carrera. Tal y como dice mi entrenador: “las carreras de larga distancia son estrategia”.
A día de hoy puedo llegar a una media de entre 60 y 80 km. de entrenamiento semanal, y antes, cuando entrenaba a lo loco, podía llegar hasta a 120 km.
¿El patrocinio de las marcas deportivas te posibilitaría la opción de ganarte la vida como corredor?
No creo. Debes dedicarte exclusivamente a esto. Yo me dedico de manera amateur, y aunque no soy extremadamente competitivo, suelo serlo conmigo mismo algunas veces. Hay personas que sí se dedican de manera más profesional al running porque forma parte de su vida e incluso de sus ingresos.
¿Qué te supone personalmente estar tan implicado con el deporte?
Hay una ventaja fundamental: dedicarte tiempo a ti mismo y desconectar del mundo. También te hace sentirte muy bien contigo mismo y genera en ti una gran autoestima. Sin duda, ese estado de bienestar repercute de manera positiva en todos los ámbitos de tu vida.
Alguna desventaja que le encuentro a esta implicación es que el tiempo que dedicas al deporte no se lo estás dedicando a otras cosas: amigos, familia, trabajo. Intento buscar huecos fuera de los horarios, pero a veces suele resultar completamente imposible.
¿Qué tipo de ayuda recibes en tu entorno más cercano para dedicar parte de tu tiempo al deporte?
El apoyo de mi mujer y mis hijas es fundamental. Y ya no solo por parte de ellas, sino también por parte de mis padres o mis suegros. Si alguna vez he tenido un entrenamiento que me coincidía con la hora de recoger a las niñas del colegio, les he llamado para que me hicieran el favor. Hay cooperación y apoyo, algo fundamental que, si no lo tienes, te genera un alto nivel de estrés.
¿Sigues el ejemplo de alguna persona que haya dejado huella en tu vida?
En los distintos deportes siempre he tenido un referente. De pequeño, cuando jugaba al baloncesto, Fernando Martínez era el jugador al que más seguía. En el running hay una persona que está en nuestro club, que he tomado como referencia, que se llama Rubén Delgado, de Aguadulce. Es una persona extremadamente buena en este deporte, pero, a la vez, muy humilde. De hecho hay veces en las que ni nos enteramos de que ha ganado algún premio. Es un auténtico máquina. Su forma de ser es elemental en este tipo de deporte.
Sin lugar a dudas, lo que más me gusta de este tipo de deportes es el buen rollo que se respira en el grupo y el apoyo entre los compañeros. Es por esto, entre otras cosas, por lo que al final te acabas enganchando.
¿Tu ejemplo ha repercutido en tus compañeros de trabajo hasta tal punto de que alguno se haya animado a disfrutar de los beneficios que aporta el deporte?
Sí, muchos compañeros y amigos se han unido. Sobre todo, gracias a las redes sociales, donde podemos ver el seguimiento de cada persona, muchos amigos me han llamado para quedar a entrenar y me piden consejo. De hecho, fue un poco lo que me pasó a mí. Ellos ven si les interesa, te piden información y las ventajas que tiene este deporte. Hay que tener en cuenta que nada sale gratis, y este tipo de deportes requieren mucho esfuerzo.