La Universidad de Jaén lidera el proyecto “Toarcian Oceanic Anoxic Event: Impact on marine carbon cycle and ecosystems (IGCP-G55)”, uno de los cuatro aprobados por el Consejo del Programa Internacional de Geociencias en 2017 y que se financia a través de la UNESCO y la IUGS (Unión Internacional de Ciencias Geológicas).
El objetivo del proyecto es la caracterización e interpretación de los cambios paleoambientales relacionados con la crisis biótica ocurrida durante el Jurásico temprano, ligada principalmente al Evento Anóxico Oceánico del Toarciense. Para ello, 96 investigadores de 52 universidades e instituciones de 23 países distintos llevarán a cabo un análisis multidisciplinario alrededor de varios grupos de trabajo que se centrarán en materias como la icnología, la sedimentología, la geoquímica inorgánica y la mineralogía, la geoquímica orgánica, los microfósiles, los vertebrados fósiles y los invertebrados fósiles.
“Este tipo de proyectos no son directamente aplicados a la investigación, sino que se plantea una serie de cuestiones que están pendientes de resolver y se facilita la creación de una red de trabajo, que vincula a profesionales del mismo ámbito de diferentes países”, explica Matías Reolid, profesor del Departamento de Geología de la UJA y responsable principal (leader) del proyecto. Como co-leaders participan los profesores Luis V. Duarte (Univ. Coimbra, Portugal), Emanuela Mattioli (Univ. Lyon 1, Francia) y Abbas Marok (Univ. Tlemcen, Argelia).
Análisis del medio marino
El proyecto intenta documentar el colapso del ecosistema marino global y la posterior recuperación, formular el mecanismo de respuesta biótica a las condiciones climáticas y ambientales adversas a nivel de grupos fósiles y el nivel trófico; reconstruir las condiciones oceánicas y climáticas del Jurásico Inferior y el mecanismo de efecto recíproco entre la perturbación del ciclo del carbono y el calentamiento global; y correlacionar todos estos datos en un marco estratigráfico global.
En ese sentido, pretenden revelar el impacto en los ecosistemas marinos de la perturbación del ciclo del carbono y el calentamiento global a través de la productividad, el estancamiento del agua y las condiciones de agotamiento de oxígeno. Igualmente, se trata de elucidar las causas que provocaron este cambio ambiental y aclarar las fases iniciales de la crisis biótica y los factores que controlan la recuperación biótica en diferentes niveles tróficos y en diversos hábitats y zonas climáticas, con especial atención a las adaptaciones de organismos oportunistas y especialistas durante las etapas de supervivencia y extinción.
Como objetivo final, el proyecto se plantea identificar las conexiones entre el calentamiento global, el aumento del nivel del mar, la perturbación del ciclo de carbono, la acidificación del agua del mar y la extinción masiva de segundo orden que aconteció en el límite Pliensbachiense-Toarciense y durante el Toarciense inferior. La base para este tipo de trabajos se encuentra en el análisis de afloramientos rocosos y de su contenido fósil por Marruecos, Argelia, España, Portugal, Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, Alemania, Polonia, Grecia, Irán, Norte de Siberia, Sur de China, Japón, Canadá, Estados Unidos y Argentina.
Tema candente
El estudio de los eventos de extinción relacionados con episodios de anoxia en el mar es uno de los más candentes en la actualidad y, concretamente, el del Jurásico Inferior es uno de los que está dando lugar a más publicaciones internacionales. “Conocer lo que ocurrió en esas etapas pasadas nos ayuda a tener una idea sobre posibles cambios ambientales que se producen actualmente a nivel local o global y establecer modelos para corregirlos. Si estudiamos cómo era la señal química y biótica antes, durante y después de estos eventos, conseguimos una información muy valiosa sobre qué ocurría con los grupos de organismos que se extinguían en primer lugar o con los organismos oportunistas que, en un primer momento, proliferaban, así como por qué en unas zonas tuvo más incidencia, y en otras apenas se notó este fenómeno”, indica Matías Reolid.
Las actividades del proyecto se enfocan “hacia realizar salidas de campo conjuntas, celebrar reuniones entre distintos socios de varios países, organizar cursos de perfeccionamiento, congresos y workshops, o dentro de ellos, agregar sesiones específicas sobre este tema”, argumenta Matías Reolid.
Encuentro en octubre
Una de las primeras será el I International Workshop on the Toarcian Oceanic Anoxic Event que se celebrará en la UJA del 4 al 7 de octubre. Constará de un curso de formación sobre icnología, sesiones científicas y una excusión de dos días a través de algunas secciones de referencia del Pliensbachiense Superior-Torciense Inferior de la Cordillera Bética con el objetivo de proporcionar un foro para conocer y discutir los resultados relacionados con la crisis biótica registrada en el Torciense Inferior.
Como resultado, el proyecto proporcionará una plataforma para que los participantes comuniquen sus propios resultados de investigación y también reúnan expertos e instalaciones de investigación globales para resolver un problema a escala verdaderamente global. Por parte de la UJA, además de Matías Reolid participan los profesores de Departamento de Geología, José Miguel Molina, Luis Nieto e Isabel Abad. El proyecto se va a extender durante los próximos tres años y contará con una financiación anual variable entre 5.000 y 8.000 euros.