Muchas bandas de rock y pop muestran su compromiso con el medio ambiente y difunden mensajes ecologistas desde el escenario. Sin embargo, éstas mismas generan toneladas de CO2 durante sus giras. El transporte, los equipos de sonido, la iluminación… todo lo que acompaña a un concierto conlleva un gasto energético elevado, pero ¿cuánto? Un ambientólo almeriense ha calculado el volumen de dióxido de carbono que ha generado la banda Niños Mutantes en su última gira, y los datos sorprenden.
Juan José Amate, además de un fiel seguidor de la música indie, es un ambientólogo emprendedor y con muy buenas ideas. Una de ellas fue calcular el impacto ambiental que iba a tener la gira ‘Náufragos’ de Niños Mutantes, que el pasado sábado actuaron en Almería y este viernes cierran su gira en Madrid.
Pues dicho y echo. Se puso en contacto con la banda, a la que la idea les pareció estupenda, y comenzaron a pasarle datos como los kilómetros realizados en la furgoneta, el consumo de combustible, los equipos de sonido y luces que empleaban en cada uno de sus conciertos… toda la información necaria para que este ambientólogo pudiera calcular la huella de carbono dejada por Niños Mutantes.
Las salas de conciertos se quedaban sorprendidas cuando los miembros de la banda preguntaban sobre el consumo eléctrico que iba a acarrear el concierto, y más cuando les decía para lo que eran.
“Con la llegada del verano y los grandes festivales, la Huella de Carbono ya ascendía a casi 3000 kilogramos sólo producto de los conciertos en salas, aunque ya daba para una reflexión importante, el 80% de la misma provenía de los más de 11000 kilómetros de furgoneta que ya acumulaban, por lo que estaba claro que el mayor consumo de energía era el necesario para desplazarse hasta los conciertos. Este hecho, y su paso por el Pulpop, sirvió al grupo para grabar un vídeo con ideas en torno a la movilidad sostenible”, explica Juan José Amate en muwom.com.
La banda decidió compensar este impacto con una plantación de árboles en la Alpujarra granadina. “Nosotros nos comprometíamos a compensar toda esa contaminación con una plantación de árboles en La Alpujarra. Nos pareció una idea tan bonita que no dudamos en ponerla en marcha”, comenta Nani Castañeda, batería de la banda.
“Nosotros les pasamos el kilometraje de la furgoneta, el gasto de la electricidad producido en cada concierto y él ha ido haciendo un cuadrante con todos los datos, y en septiembre de 2012 ya habíamos generado más de seis toneladas de CO2 producidos y más de 20.000 kilómetros recorridos, un dato que nos dejó helados”, continúa Castañeda, que explicó que compensar todo eso equivalía a 40 ó 50 árboles, que durante toda su vida iban a ser capaces de absorber toda esa contaminación, “pero como somos muy generosos decidimos plantar cien, para que sobrara y compensar también las emisiones de otros”.
“En conjunto, una gira de 37 actuaciones por toda la geografía nacional (se han dejado las Islas Canarias y queda para finales de Abril su primer concierto en Londres) ha supuesto casi 11000 kilogramos de CO2 emitidos a la atmósfera fruto de los desplazamientos necesarios hasta los lugares donde se han celebrado los conciertos, casi 26000 kilómetros de furgoneta más viajes en avión y el consumo de energía en las salas y otros recintos, siendo esto último un 22% (2405 kilogramos de CO2) del total, algo que podría ser cero si estos recintos se abastecieran de energías renovables”, aclara Juan José Amate.
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