Investigadores de la UCAM, junto con el Centro Dermatológico Estético de Alicante y el Hospital Universitario de Vinalopó, han comprobaron que los probióticos, pueden ser tan eficaces como los corticoides contra las enfermedades inflamatorias. Así, según el estudio, ciertas enfermedades de origen desconocido, como la dermatitis atópica, pueden estar provocadas por bacterias que habitan en el intestino.
La prestigiosa revista científica Journal of the American Medical Association (JAMA), que tiene uno de los mayores índices de impacto a nivel mundial, publica el proyecto de investigación que ha dado lugar a estos resultados, y que está enmarcado en el desarrollo de un doctorado industrial entre la UCAM y el Centro Dermatológico Estético de Alicante. El Dr. Vicente Navarro, líder del Grupo de Investigación ‘MiBioPath’ de la UCAM y del grupo de investigadores del hospital Vinalopó gestionado por el Grupo Ribera Salud considera: “Estamos ante un gran hallazgo, aunque hay un largo camino por recorrer. Hoy ya podemos conocer la relación de algunos trastornos intestinales con determinadas enfermedades inflamatorias. Hasta hace 4 o 5 años era imposible establecer esta relación, ya que era técnicamente imposible analizar todos los microbios que hay en las heces, a pesar de saber que había enfermos que tenían problemas gastrointestinales coincidentes con brotes de la enfermedad”.
Las investigaciones, que han tenido especial repercusión mediática en Estados Unidos, ponen de manifiesto cómo la modificación de los microorganismos localizados en el intestino de pacientes con Dermatitis Atópica, mediante el uso de una mezcla de probióticos, provoca una mejora de un 82% en el índice que mide la actividad de la enfermedad (SCORAD).Este porcentaje de respuesta es mayor al 24% obtenido en el grupo de pacientes control que recibió el tratamiento habitual de corticoides aplicado sobre las lesiones de la piel.
Los probióticos modifican, normalizan la flora intestinal y cambian la evolución de la enfermedad
Los análisis pre-clínicos en laboratorios con modelos de Drosophila, C. Elegans (helmintos) y ratas,evidenciaron cómo determinados probióticos tienen capacidad antinflamatoria e inmunomoduladora. Con estos hallazgos, los investigadores diseñaron una combinación de bacterias no patógenas (probióticos) que fueron administradas vía oral a los pacientes incluidos en este estudio, que fueron reclutados en el Centro Dermatológico Estético de Alicante, mediante el protocolo establecido por la Dra. Ramírez, catedrática de Dermatología de la UCAM. Esta acción de introducir un elevado número de bacterias beneficiosas en los pacientes, redujo la presencia de otras bacterias perjudiciales, lo que produjo una mejora de la dermatitis. “Cuando introduces tantas bacterias beneficiosas en el organismo se acaban eliminando las que son perjudiciales”, aclara el doctor Navarro.
Existen estudios anteriores que demuestran que, modificando la flora intestinal de pacientes con Dermatitis Atópica, la enfermedad mejora. Sin embargo, ninguno de ellos ha conseguido los porcentajes de éxito obtenidos en este ensayo.
Los investigadores adelantan que ahora deben continuar avanzando en esta misma línea para saber por qué ocurre esta mejora y los efectos que producen estas bacterias en el sistema inmunológico frente a la enfermedad. “La diferencia entre un probiótico y un medicamento es que, actualmente, en el primero se conoce el efecto final pero no el mecanismo de actuación y eso, precisamente, es lo que estamos averiguando ahora”, explica el investigador principal del estudio.
Ciertas enfermedades de las que actualmente se desconoce su origen, como la Psoriasis, podrían ser provocadas por bacterias. 9 de cada 10 células del cuerpo humano son bacterias que están involucradas en su funcionamiento y se les conoce,en su conjunto, como microbioma. Por ello, este grupo de expertos ha decidido abrir nuevas líneas de investigación para estudiar los restos de bacterias que circulan en la sangre de pacientes con Psoriasis, ampliando el equipo de trabajo con la empresa americana de alimentación Biopolis/ADM, con sede en Valencia, y la farmacéutica Korott, ubicada en Alcoy.