Investigadores integrados en el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB)-Arrixaca han descrito por primera vez el mecanismo por el cual el tratamiento con membrana amniótica es capaz de promover y mejorar el cierre de las heridas de la piel. Se trata de un estudio que puede tener especial trascendencia en el desarrollo de nuevos fármacos y técnicas de tratamiento de lesiones de la piel.
En concreto, se ha descubierto cómo la membrana amniótica es capaz de activar rutas moleculares clave para la reorganización del esqueleto celular, algo necesario para la migración de las células que forman el borde de cicatrización de una herida acelerando así su cierre.
La directora general de Planificación, Innovación, Farmacia y Atención al Ciudadano, María Teresa Martínez Ros, explicó que los resultados obtenidos con este estudio “pueden tener especial trascendencia en el desarrollo de nuevos fármacos y estrategias para el tratamiento de heridas cutáneas en general y heridas crónicas en particular”.
“Por sus sorprendentes propiedades, en los últimos años la membrana amniótica está siendo objeto de una gran actividad investigadora en el campo de la medicina regenerativa y la ingeniería de tejidos”, especificó. Este tejido, que se corresponde con la capa más interna del saco amniótico que protege a los embriones en su desarrollo, ya se usa de forma rutinaria en el tratamiento de algunas patologías oculares como la lesión de córnea.
Esta investigación se enmarca en la línea de trabajo sobre regeneración de heridas que desarrolla el laboratorio de Oncología Molecular del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca, que dirige el doctor Francisco J. Nicolás, y en él han colaborado los doctores Sergio Liarte, José María Moraleda y Gregorio Castellanos. Todos ellos se engloban en el grupo de investigación ‘Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular’ del IMIB-Arrixaca.
Martínez Ros destacó “el gran potencial investigador de los profesionales sanitarios de la Región, que con trabajos como éste ayudan a avanzar en el conocimiento y mejor tratamiento de las enfermedades”. Agregó que “contamos con profesionales motivados e innovadores que están generando numerosos proyectos que se aplican en la práctica clínica y tiene gran repercusión en la población”.
Las heridas crónicas como el pie diabético o las úlceras por presión afectan al 1 por ciento de la población, representando su tratamiento y el de sus complicaciones hasta un 3 por ciento del gasto sanitario total.
Las conclusiones de la investigación se han publicado en un artículo en la revista especializada Scientific Reports, perteneciente al grupo editorial británico Nature.