Las excavaciones que desde el pasado mes de mayo realiza un equipo del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, dirigido por la profesora Mª Oliva Rodríguez-Ariza, en el Cerro del Castillo (Galera, Granada) han puesto al descubierto un santuario íbero ligado al poblado de Tútugi, del periodo final de esta cultura.
Los trabajos arqueológicos han detectado una gran cantidad de conjuntos o agrupaciones cerámicas, con varios niveles de deposición, que constatan celebraciones colectivas en las que participaron gran cantidad de personas, durante un largo periodo de tiempo. Unos rituales en los que hombres, mujeres y niños compartían comida y también se la ofrecían a las divinidades. El lugar se sitúa a unos 700 metros en línea recta del Oppidum de Tútugi, quizás controlando el acceso a la ciudad y desde donde se domina gran parte de la Comarca de Huéscar, con La Sagra al norte y el Jabalcón al suroeste.
“Sobre una terraza ligeramente horizontalizada se produce una deposición de miles de fragmentos de ollas y platos. Estas cerámicas formarían parte de unos rituales religiosos realizados a la divinidad en un lugar cercano. En estos rituales se queman esencias, se hacen ofrendas y libaciones, tras lo cual se rompen las vasijas. Estas se recogen por separado, junto con los restos de la ceniza, los carbones y las semillas ofrendadas. También se depositan por separado en la terraza del cerro, de modo que en la ladera oriental encontramos la zona de las ollas, mientras que en la suroccidental los platos, junto con algunos anillos de bronce”, explica la investigadora Mª Oliva Rodríguez-Ariza.
Junto a los trabajos de excavación, donde se están recuperando miles de fragmentos cerámicos, se ha comenzado la toma de muestras para la realización de múltiples disciplinas científicas que intentarán dilucidar cuestiones que ayudarán a los investigadores a conocer mejor los rituales que allí se hacían. “A través de la flotación del sedimento se recuperan carbones, que la antracología analiza para saber el tipo de arbusto o árbol al que se quemaba, y semillas, que analiza la carpología para saber las ofrendas que se hacían. Los análisis químicos de las vasijas nos definirán el tipo de comida y bebida que contenían las vasijas, mientras que los análisis de las pastas cerámicas nos definirán si las vasijas son de fabricación local o foránea y su tecnología de fabricación. Asimismo, a los anillos se realizarán análisis metalográficos para saber su composición, huellas de uso y la procedencia del metal”, explica la responsable de los trabajos arqueológicos.
El Cerro del Castillo es uno de los pocos santuarios al aire libre de la cultura ibérica que se excava, por lo cual su investigación aporta datos fundamentales para el conocimiento y reconstrucción de aspectos tan esenciales como la aproximación a la definición de los paisajes sagrados en la religiosidad ibera. Paralelamente a los trabajos arqueológicos, se han realizado unas jornadas de puertas abiertas al yacimiento, ofreciendo visitas guiadas a las excavaciones.
Estos trabajos arqueológicos están promovidos por el Ayuntamiento de Galera y subvencionados por la Diputación de Granada, dentro del Programa Provincial de Conservación y Uso del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico Rural 2020.